Aurélien Tchouaméni no está teniendo un primer año con el Real Madrid como él hubiera imaginado. Tras la marcha de Casemiro, el francés parecía haberse hecho con un hueco claro en el once del Real Madrid, pero sus ausencias y la irrupción de Camavinga le han mandado directo al banquillo.
Su primera parte de la temporada fue realmente buena. De los 20 partidos previos al Mundial, Tchouaméni fue titular en 16, suplente en dos y se perdió otros dos por lesión. A destacar su gran actuación en El Clásico del Santiago Bernabéu en el que cuajó un partido colosal en el que el Real Madrid se impuso por 3-1. Era su primer duelo ante el Barcelona y estuvo a un nivel espléndido.
Sin embargo, tras el Mundial, la situación cambió mucho. Se incorporó de los últimos debido a que Francia llegó a la final y pagó caro el esfuerzo físico: cayó lesionado tras el segundo encuentro de Liga ante el Villarreal. Semanas más tarde, regresó, pero una gripe le hizo perderse otros dos partidos, incluido Anfield. Estas ausencias provocaron que Camavinga saltase a la palestra y demostrase su mejor versión.
Desde entonces, Ancelotti ha preferido al ex del Rennes antes que a Tchouaméni, el cual ya no es ni la segunda opción como pivote, pues el italiano prefiere poner ahí a Kroos para que Rodrygo sea titular y tener más pegada en ataque. Tchouaméni, tras el Mundial, ha jugado 31 minutos en las eliminatorias de Champions y solamente 19 minutos en la eliminatoria de Copa ante el Barcelona.
Ahora, estos tres próximos partidos de Liga antes de la final de Copa y de la eliminatoria ante el Manchester City se antojan fundamentales para él. Tendrá más minutos y la oportunidad de intentar convencer a Ancelotti de que puede ser importante. Muchos piensan que contra el equipo inglés, salir con Kroos de pivote quizás sea demasiado arriesgado. Debe dar su mejor versión, la que se vio antes del Mundial, para intentar convencer al italiano de que puede volver a ser titular en partidos importantes con el Real Madrid.