Una, dos, tres, cuatro… Hasta nueve hay que contar. Sí, nueve fueron las paradas de Jan Oblak en el partido frente al Liverpool (seis fueron remates dentro del área). Nueve veces le ahogó el grito a los locales. Nueve fueron sus magistrales intervenciones para que el sueño del Atlético no se esfume en Inglaterra. Nueve fueron sus salvadas para transformarse en el rey de Anfield.
El Atlético nunca dejó de creer y obró el milagro en Anfield Road
El portero rojiblanco fue el gran responsable para que el conjunto de Madrid llegue a la prórroga de la esperanza. Fue el héroe, en términos deportivos. El candado más grande para la puerta del muro. Se destacó tanto bajo los palos que igualó su propio récord de paradas en un mismo partido: nueve como ante el Bayern Munich en mayo de 2016, también por Champions, cuando apenas tenía 23 años; y nueve contra el Celta de Vigo, en octubre de 2017, por LaLiga.
Es cierto que Llorente se llevará algunas portadas virtuales, gracias a sus dos goles, pero también es cierto que esta clasificación no se entiende sin el esloveno que, pese a recibir dos tantos, su figura no se achicó.
Morata tuvo su premio en el final. Simeone ríe. El pueblo colchonero celebra. Oblak, mientras tanto, debe seguir volando.
