La Selección mexicana disputó uno de esos partidos que sirven, y mucho, empatando 2-2 ante Argelia en territorio holandés. El ejercicio fue sumamente provechoso, pues el campeón africano exigió al máximo a los dirigidos por Tata Martino .
Por primera ocasión desde que es entrenador de la Selección mexicana, Tata Martino decidió modificar su dibujo táctico , colocando una línea de cinco para contrarrestar la presión y dinámica que realizaron los Zorros del Desierto. En los primeros 20 minutos el Tricolor lució asfixiado , cruzándose contra un equipo muy bien trabajado y que le robó constantemente la pelota en el primer cuarto de la cancha.
Luis Romo fue el jugador más polivalente en la formación del entrenador argentino, colocándose como tercer central la mayor parte del primer tiempo, y saliendo hacia la media de contención para el segundo, cuando México mejor se pudo ver en el terreno de juego.
Para iniciar el complemento, Martino colocó como defensas centrales a Luis Romo, Néstor Araujo y Héctor Moreno , señalando a los últimos dos como piezas que no entregaron la mejor actuación . Igualmente, Jorge Sánchez sigue dejando dudas como lateral derecho, regalando la pelota en la salida que significó el 1-2 para el visitante.
Ya se ha señalado en otras oportunidades la defensa como una de las zonas débiles de la Selección mexicana pensando en el futuro, pero sin importar qué elementos se coloquen en la zona baja, ningún jugador de esa demarcación parece levantar la mano para afianzarse como titular.
Analizando caso por caso, preocupa que para esta temporada Araujo ha sido mandado a la banca del Celta de Vigo, mientras el campeonato qatarí se ha reanudado lentamente y Moreno parece muy lejano a su mejor versión desde hace algunos ayeres.
Todo lo contrario sucede en la ofensiva, donde México tiene muchas armas , repitiendo las buenas noticias en los pies de Jiménez y Tecatito. Ante Holanda fueron los dos más destacados , emulando seis días después el desempeño frente a Argelia.
Jiménez esta oportunidad no venció el arco defendido por M´Bolhi, pero colaboró con dos magníficas asistencias que muestran el tipo de jugador en que está convertido. Lejos quedaron los tiempos en los que el surgido en América era meramente un rematador, evolucionando en todas sus facetas fuera del área y luciendo cada vez más completo.
Cuando el partido parecía perdido, el héroe de la tarde salió del banquillo. Diego Lainez tuvo 27 minutos de participación cuando más lo necesitaba , viéndose muy errático y lejos de su faceta más regateadora, pero tirando un desmarque perfecto que fue premiado con un gol agónico al minuto 87.
Finalizó una gira por el Viejo Continente que tendrá muchas conclusiones positivas para Martino y su cuerpo técnico. No queda duda que frente a pruebas tan exigentes el futbol azteca seguirá creciendo a pasos firmes. Nos vemos en noviembre, Selección mexicana.