Arturo Vidal, como en incontables ocasiones, vino desde el banco para alegrar al Barcelona y cambiarle la cara. Esta vez, materializó una actuación sobresaliente contra el Espanyol, clásico de la ciudad catalana, en el 2-2 de este sábado en Cornellà. El resultado mantiene al gigante culé en el primer lugar de LaLiga, aunque acompañado en la línea de los 40 puntos por el Real Madrid.
El Rey consolidó su estatus del futbolista europeo con mejor puntería a nivel liguero, ya que en su sexto tiro al arco en la temporada 2019/20 concretó su sexto gol. El también mejor tackleador de Europa en la última década -sumó tres más a su colección- ingresó por Ivan Rakitic al descanso, con el marcador en contra, y consolidó la remontada ya que Luis Suárez en el 50 había puesto el empate parcial.
La generación de la jugada correspondió a Lenglet que vio un claor en la punta. Jordi Alba metió un centro desde la zurda que se enredó entre los defensores locales, pero Suárez capturó de igual manera el balón y cuando el chileno le levantó la mano, el charrúa no dudó donde debía jugar, así que direccionó un pase notable al segundo palo y Vidal, libre, cabeceó a gol con mucha clase. Dídac Vilá jamás se lo esperó y cuando atinó a reaccionar ya era demasiado tarde. Nadie tomó al ex Colo Colo mientras trepaba a la par de Alba y este suma 100 dianas en Europa.
Luis Suárez puso el hambre y el Espanyol las ganas de comerse al rival
Con un gol cada 94.8 minutos, el mediocampista con menos minutos en el plantel de Txingurri llegó hasta 569' de competencia oficial en liga y con sus 35 pases correctos entre 38 intentos (acierto del 92.1%) se candidatea con argumentos de peso para jugar el jueves en la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid.
Incluso asistió al Pistolero en una chance perdida con un pase de cabeza justo un minuto antes que el gruto de Wu Lei se escuchara hasta su natal China y el empate a los 88' desequilibrara los planes del FCB, que debió prescindir de Frenkie de Jong por doble amarilla y que se tuvo que acostumbrar a la fuerza a aguantar. La misma fuerza con la que Vidal abraza al grupo de titulares que lo animan a no aceptar la oferta del Inter, ceñirse al plan directivo blaugrana y quitarle peso a la demanda por los supuestos bonos pendientes de la 18/19.