Cumplidas nueve fechas del Torneo de la Liga Profesional, el que intenta retomar la normalidad de un torneo largo con todos contra todos, seis de los 26 equipos se quedaron sin su entrenador, tres de ellos durante este mismo domingo. Y dos de los que ya habían renovado sus bancos hace algunas semanas, expusieron en 90 minutos todos los atrasos que existen en el fútbol argentino.
Al mismo tiempo, un equipo de los denominados grandes como San Lorenzo debe desprenderse de sus dos figuras porque no hay manera de pagarle lo que firmaron, mientras otro como Independiente lleva casi 10 jornadas sin poder habilitar a un refuerzo por las inhibiciones que pesan sobre el club por viejas deudas.
Los ejemplos de "el producto" siguen y siguen. Y el 0-0 de Boca y Racing en La Bombonera, en el tercer partido de Sebastián Battaglia y el cuarto de Claudio Úbeda, fue una muestra que debería haber sido gratuita de un doloroso momento del fútbol argentino, ya sin chances de sumar un título internacional en las competencias sudamericanas, evidenciando el abismo que, al menos en esta temporada, lo separa del fútbol brasileño.
Para graficarlo de alguna manera, el Xeneize y la Academia jugaron buena parte del partido sin arcos, olvidándose del objetivo de máxima del deporte, que consiste en introducir la pelota en el arco del equipo rival. Para eso, hay que aproximarse, superar a la defensa y al arquero del otro equipo. No pasó nada de eso, al menos, por una hora. Recién en la segunda mitad, Boca encontró la manera: desbordar y buscar en Luis Vázquez el Palermo que abra partidos cerrados. Y estuvo cerca el 9, que tuvo un mano a mano que le paró Arias y un cabezazo que le sacaron casi sobre la línea.
La mejor noticia del encuentro fue que haya terminado. Y la segunda es que, después de la seguidilla de tres partidos en una semana, habrá tiempo para que trabajen en todo lo que hicieron mal esta noche. Para lo que no hay tanto tiempo es para que "el producto" tenga forma de competencia atractiva.