Exclusiva: Osorio, un enamorado de Jonathan González, y el experimento que le espera

Desde la época de Ricardo La Volpe, en la Selección mexicana no se hablaba muy a menudo de cuestiones tácticas. Eso ha cambiado desde que Juan Carlos Osorio, un estudioso y obsesivo del tema, agarró el timón a partir de octubre del 2015.

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El tópico surgió en los medios de comunicación en cuanto se conoció su metodología de la rotación para los diferentes equipos que había entrenado a lo largo de su carrera. Dividió las opiniones al comienzo, pero los resultados, sobre todo los de las Eliminatorias de la Concacaf, lo respaldaron.

Ahora, ya con el asunto más hablado y el Mundial a la vuelta de la esquina, el embrollo se centra sobre los jugadores que llevará a Rusia y de los que prescindirá. Uno de los que aun tiene opciones es Jonathan González, quien mientras para la mayoría representa un 'desconocido', en la consideración del colombiano es una invitación al experimento: colocarlo como interior derecho en vez de centrocampista. 

"Lo vi, hablé con él, le pregunté y él me dijo: 'Ya he jugado allí'. Le contesté: 'Bueno, ahí es donde yo te veo jugando'. No le estamos pidiendo que juegue como central. Simplemente le estamos dando mayor libertad porque es muy dinámico, lo vemos jugando más adelantado para convertirse en un ‘box-to-box’ (de área a área) y usando toda su energía", reveló en exclusiva para Goal.

Mientras explica su teoría, el sudamericano usa sus manos para ejemplificar distancias y recorridos. Se enciende, las pupilas se le dilatan y deja ver el entusiasmo que le produce la aparición de un chico de 18 años que hasta hace unos meses no aparecía en su radar e, incluso, parecía que defendería a otro país. Además se anima a compararlo con un genio del balompié internacional.

"Si ves el campo, cualquier campo de futbol, la distancia entre la línea lateral y la parte superior del vértice es de 14 metros. Ahí es donde nuestros jugadores extremos van para el uno contra uno. Voy a poner a Jonathan a jugar en (otra) zona. A partir de ahí, entre las dos porterías un centrocampista como (Andrés) Iniesta juega de esta forma: con un hombro aquí y otro allá en un radio de 180 grados.

"Tan pronto como lo vi recibiendo la pelota respondí mi propia pregunta. Él puede tomar ese papel. Él es lo suficientemente inteligente. Muchos jugadores y entrenadores lo intentan, pero no todos tienen a alguien con esas características. Si viene la contra, él retrocede; si el equipo avanza, él acompaña. De cualquier manera estaría participando (dentro de la acción).

Frente a Islandia, en teoría verían minutos los no habituales. Puede que sea como titular o entre como revulsivo; sin embargo, lo único seguro es que será su prueba de fuego ante los ojos del entrenador. Dependerá del canterano del Monterrey transformar este 'prueba y error' en un éxito.