Pitó el final Martínez Munuera y las cámaras se fueron directamente al capitán del Real Betis Balompié, Joaquín, que acaba de inventarse el pase a la final de su equipo cuando se le había puesto el partido contra las cuerdas. Fue otro ramalazo de un artista con botas de fútbol que saborea su últimos días vestido de corto. En tierra de Curro Romero, Joaquín sacó la muleta para poner su equipo frente a la final de la Copa del Rey que se disputará en el estadio de La Cartuja.
TODO SOBRE EL BETIS VS. RAYO VALLECANO DE LA COPA DEL REY
Un timorato Betis titubeó más de lo esperado contra un Rayo Vallecano en el que Andoni Iraola había recurrido a otro viejo rockero, Bebé, que cumplió con su misión y lanzó un misil tierra-aire para empatar la eliminatoria que su equipo tenía perdida tras la derrota en la ida en Vallecas. Era el minuto 80. Bebé había entrado en el 77'. Entonces Manuel Pellegrini miró al banquillo para darle a su capitán la responsabilidad de meter a su equipo en la final. Joaquín captó el mensaje y se puso a ello.
GettyEra ya el minuto 92 y las gradas del Villamarín temblaban con la prórroga. Solo había una persona en el estadio con temple. Joaquín. Cogió la pelota y la metió entre varios defensas por un pasillo que nadie había visto. Canales frente a frente con Luca Zidane cruzó la pelota y Borja Igleias metió la puntera para empatar el partido y cerrar la eliminatoria. Todo había salido de la cabeza de Joaquín. Pudo después firmar el tanto de la victoria, que hubiera sido el éxtasis, pero el balón, en el mano a mano con Luca, se le fue por poco.
El del Puerto de Santa María tiene por delante tres meses para despedirse de los terrenos de juego, como él mismo anunció. Su año no está siendo muy bueno, no es protagonista en su equipo, pero ha aparecido en el que quizás sea el momento más importante de la temporada. Con su asistencia, el Betis volverá a la final de la Copa del Rey 17 años después con el mismo hilo conductor, Joaquín, bandera de aquel equipo que levantó la Copa a orillas del Manzanares contra Osasuna. El trofeo acabó en el altar de la Parroquia Mayor Prioral del Puerto de Santa María, donde la llevó Manuel Ruiz de Lopera, por entonces presidente del Betis.
A falta de lo que ocurra en el deambular de los verdiblancos por la Europa League, donde están en octavos de final y cuya final también se juega en Sevilla, la final a la que ha guiado Joaquín a su equipo puede ser el broche de oro a su carrera, que no está jalonada de títulos precisamente. Su primer gran título fue una Copa con el Betis, y el último puede ser otra Copa verdiblanca en La Cartuja. Será el 23 de abril, el último baile de Joaquín.