GoalYa el año pasado, cuando llegó a la disciplina del conjunto verdiblanco, Manuel Pellegrini aceptó el reto de devolver al Real Betis al panorama europeo, y lo ha conseguido. Desde primera hora supo cómo marcar los tiempos para una empresa nada fácil. Primero liberando a la plantilla de cargar con un objetivo que desde el club también eludían, pero que era más que sabido y primordial. Después aguantando el chaparrón de un comienzo nada bueno y que hacía presagiar otro final. Y por último, dándole una vuelta de tuerca a una plantilla que antes del derbi contra el eterno rival se plantaba con bajas más que considerables. La segunda línea fue la que salvó la situación y recondujo el camino. Con la inercia ganadora, la primera unidad terminó de darle un plus para conseguir el objetivo de meterse en la Europa League.
Ahora, el Betis necesita un nuevo giro y el ingeniero encabezará el proyecto asumiendo un reto más en su carrera: iniciar los primeros pasos de la renovación de la plantilla sin bajarse de los puestos que dan derecho a competición europea. El mercado está como está y la arcas del Betis son las que son. El chileno tiene ante sí una camada de canteranos verdiblancos dispuestos a demostrar que pueden tener cabida en un Betis europeo. El técnico tendrá que sacarle partido a esta nueva generación ya que habrá demarcaciones para las que el club se verá obligado a recurrir a ellos.
Pellegrini siempre ha tenido en sus plantillas una guardia pretoriana en torno a la que fue moviendo sus piezas. Canales, Fekir, Guido, Borja Iglesias o Bravo, sin olvidar a Joaquín, son los jugadores a los que siempre ha recurrido. Alrededor de esta cúpula se irá conformando el Betis que tendrá que hacer un buen papel europeo y, a ser posible, repetir clasificación.
De momento a la entidad heliopolitana sólo han llegado Sabaly, Rui Silva y Miranda y se ha cerrado la ampliación de Víctor Ruiz, Aitor Ruibal y Joaquín. Se espera la llegada de dos centrales, a la espera de la salida de Sidnei, y se quiere hacer caja con William Carvalho para poder reforzar el centro del campo, sin olvidar la delantera.