Oliendo sangre: el 'Tiburón' Ferran bloquea a la prensa y hace goles para espantar la crítica

En diciembre de 2021, Ferran se convertía oficialmente en jugador del FC Barcelona. El acuerdo con el Manchester City se cerraba en torno a los 55 millones de euros más 10 en variables, con el atacante internacional firmando hasta 2027 y teniendo una cláusula de 1.000 millones de euros. Era el segundo fichaje del Barça en el invierno de 2022 tras la llegada de Dani Alves, y se concretaba para complacer una de las peticiones del entrenador.

Xavi Hernández y Mateu Alemany apostaban muy fuerte por un futbolista que llegaba para jugar en las tres posiciones de ataque y que estaba previsto que en el Barça lo hiciera de falso nuevo o como extremo. Un jugador con gol y muy inteligente tácticamente que, sin embargo, iba a ser mirado de reojo desde el primer momento. Por quién le fichó, por cuánto se pagó por él, por considerarlo un descarte de Guardiola en el City y por cuestiones ajenas al fútbol.

Llegó a mitad de curso, con el Barça fuera de puestos europeos. A pesar de ello, fue importante para que el equipo acabara como subcampeón y marcó 7 goles en pocos meses entre todas las competiciones. Sin embargo, el año pasado se lesionó el pie al empezar la pretemporada y eso le pasó factura: en total, marcó sólo 7 goles en 45 partidos y dio 3 asistencias. Muy poco para lo que se esperaba de él.

Con esos números, no hubieran llorado demasiado en los alrededores del Camp Nou -ni de Montjuic- si Ferran acababa saliendo este verano. Pudo haberse ido el internacional español lejos de la Ciudad Condal en la última ventana de mercado, pero eligió quedarse para pelear por su sueño de triunfar como azulgrana. Visto el inicio de temporada que está firmando, su decisión puede que haya sido acertada.

Ferran ha estado trabajando en distintos aspectos de su vida que lo están empezando a convertir en una pieza importante para el FC Barcelona y también para la Selección España, con la que ha aumentado sus muy buenas cifras en el último parón internacional.

Con apenas un puñado de minutos en sus piernas, pero siendo el máximo goleador del conjunto de Xavi en las primeras jornadas de LaLiga (3 en 126 minutos de temporada), Ferran comienza a ganarse el cariño de una afición que lo miró siempre de reojo y que ahora comienza a creer en sus condiciones, esas que lo llevaron del Valencia al Manchester City en 2020 a cambio de 23 millones de euros y unas variables de 12 'kilos'.

Se le puede criticar por jugar bien o por jugar mal, pero más de una vez se cebaron con Ferran Torres por el solo hecho de salir durante casi dos años con Sira Martínez, la hija de Luis Enrique. Se llegó a decir que el delantero estaba 'enchufado' en la Selección y que fue al Mundial de Qatar 2022 simplemente por ser el yerno del entrenador.

En esa Copa del Mundo fue titular en tres de los cuatro partidos de La Roja, incluyendo el de octavos de final ante Marruecos que marcó la despedida del combinado español desde el punto del penalti. Sólo salió como suplente en el tercer encuentro, ante Japón, en la única derrota de la Selección en el torneo.

En Qatar marcó sólo dos goles, ambos a Costa Rica en el 7-0 a los 'ticos'. En el minuto 54, anotaba su segundo tanto y el cuarto de España, y lo celebraba con un particular gesto, formando una “S” con sus manos. Era una dedicatoria a Sira, con la que rompió su relación a mediados de 2023.

Como sea, Ferran lleva un total de 17 goles en apenas 36 partidos con España (casi uno cada dos encuentros), un récord que cualquiera quisiera tener. Es cierto que los últimos dos se los hizo a Chipre en el parón internacional de septiembre, pero son los rivales a los que tiene que enfrentar el ahora equipo de Luis de la Fuente.

Eso hizo que Ferran Torres no sea un enamorado de la prensa en general, evidentemente. Y es normal. Después de la victoria sobre Chipre del pasado 12 de septiembre, aseguró que tiene a toda la prensa bloqueada porque no le aporta nada, aunque sea parte del show del deporte.

"La verdad es que me rio porque tengo a toda la prensa bloqueada. No leo prensa porque creo que no me aporta nada. Creo que por experiencia propia es lo mejor. No leí nada. No sé a lo que te refieres... hoy el equipo ha dado una buena imagen, me voy muy contento con los dos goles. No sé si me han valorado o no (la prensa)... es parte del show, del fútbol y creo que hay que vivir con ello", dijo Ferran en zona mixta cuando un periodista le preguntó si le molestaron las insinuaciones de que iba convocado con Luis Enrique prácticamente por "enchufe".

Cabe recordar que el nuevo entrenador, De la Fuente, no lo había convocado en todo su ciclo (los primeros tres partidos de la fase de clasificación a la Eurocopa ni tampoco en la Final Four de la Nations League que España ganó), pero tuvo que llamarlo por las bajas de Dani Olmo y Marco Asensio para el duelo con Chipre. Y Ferran no desaprovechó la oportunidad: firmó un doblete.

Nico Williams también se lesionó y se espera que De la Fuente vuelva a confiar en Ferran para el próximo parón.

Ferran Torres confesó que ha vivido días oscuros. En una charla informal con algunos medios catalanes citados por el Barça de la que se hizo eco Mundo Deportivo en febrero de este año, admitió: "Entré en un pozo sin fondo, no sabía cómo salir".

En ese sentido, explicó que había empezado un trabajo psicológico después de la eliminatoria de cuartos de final de la Europa League de la temporada pasada ante el Eintracht de Frankfurt. "No estaba con confianza y me afectó todo. Ha sido una experiencia muy amarga, pero a la vez de los mejores momentos porque ahora me siento más fuerte".

Eso ayudó a Ferran a superar la mala racha. "Me he obsesionado demasiado con el gol y no en jugar. Antes pensaba más en marcar, aunque no jugara bien. Ahora he aprendido a salir, a disfrutar y a partir de ahí, las cosas salen solas", agregaba por entonces.

Pese a que Lewandowski, Raphinha, Dembélé y Ansu Fati partían por delante en la consideración de Xavi, Ferran eligió quedarse. Incluso tras la aparición de Lamine Yamal. Los rumores de una posible salida lo acompañaron hasta el último día del mercado, cuando acabaron marchándose Ansu y Abde.

Y algo ha cambiado. Desde la pretemporada le llaman 'tiburón' por su mentalidad competitiva y por ser un depredador en el campo, donde quiere demostrar que su ambición le puede llevar lejos.

Se identificó con ese animal y sus compañeros se lo comenzaron a recordar cada vez que marcaba durante la gira, incluyendo el día que le marcó al Real Madrid en Estados Unidos. Comenzaron a publicar emoticonos de tiburón y se quedó con ese mote. Será cuestión de seguir oliendo sangre.