La verdad sea dicha, habrían preferido ver al legendario local Claudio Ranieri continuar como entrenador por otro año. Sin embargo, Ranieri se negó a revertir su retiro para asumir un papel directivo con el club y sintió que el infamemente brusco Gasperini era precisamente el tipo de personaje necesario para revivir a la Roma.
"No me gustaba él [cuando era entrenador]," reveló Ranieri con típica honestidad, "y se lo dije, pero fue elegido porque estoy convencido de que Roma necesita una personalidad fuerte, un entrenador que nunca esté satisfecho, que siempre esté enojado, que quiera mejorar al equipo, al individuo.
"Seré un amigo para él, estaré de su lado y si necesita algo, intentaremos resolver los problemas juntos. Es consciente de las dificultades que encontraremos, pero si me hubiera quedado, habría perdido un año en la construcción; él fue llamado para construir algo que pueda dar frutos.
"Eso no será fácil, por supuesto, pero por eso le ofrecimos un año para hacerse entender". Para el agrado de todos los involucrados, Gasperini ha necesitado menos de seis meses para ganarse a los aficionados al preparar un sorprendente desafío por el Scudetto...





