Para Ucrania, la Euro 2024 va mucho más allá del fútbol: "Queremos recordarle al mundo que todavía hay una guerra en curso"

Sudakov es una figura clave en una selección de Ucrania que se ha convertido en un símbolo de esperanza para todo un pueblo, un grupo de jóvenes que intentaron clasificarse para un gran torneo internacional a pesar de no haber podido jugar ni un solo partido de las Eliminatorias en casa.

"Por supuesto, fue difícil desde el punto de vista psicológico", admite Sudakov, "pero sentimos el apoyo de nuestros aficionados, no importa donde jugáramos. Nuestra gente está en todas partes".

Los ucranianos hicieron sentir su presencia y sus voces tanto si Ucrania jugaba en Trnava como si lo hacía en Wroclaw, Praga o Leverkusen, con un apoyo constante que llevó al equipo de Sergiy Rebrov hasta la Euro 2024 a través de los playoffs.

La mayor preocupación de Sudakov siempre ha sido por las personas que quedaron en su país. Hubo momentos, mientras estaba con la selección nacional, en los que el centrocampista se despertaba con mensajes de su esposa diciendo que ella y su hija Milana estaban escondidas en el baño mientras sonaban las sirenas que advertían de otro ataque.

En estas circunstancias, es imposible no preguntarse cómo diablos logró mantenerse concentrado en el fútbol: "En primer lugar, soy un profesional. En segundo lugar, jugar en la Eurocopa es algo que he soñado desde la infancia. Y en tercer lugar, mi futuro y el de mi familia dependen de este torneo".

Sudakov es profundamente consciente de que un buen rendimiento en Alemania casi seguramente le garantizará el traspaso a una de las ligas más importantes de Europa. No son pocos los clubes que siguen de cerca al talentoso centrocampista, que ha ayudado al Shakhtar Donetsk a ganar varios títulos de liga consecutivos y, además, fue el máximo goleador en el Campeonato Europeo Sub-21 del año pasado en Rumania y Georgia.

Fueron sus actuaciones en la fase de grupos de la última Champions League las que llevaron al Napoli a ofrecer 40 millones de euros por su pase durante el mercado de invierno. El joven de 21 años anotó en el partido que el Shakhtar perdió en la fase de grupos contra el Barcelona en Montjuic y fue el hombre del partido en la victoria por 1-0 contra los blaugranas en el partido de vuelta.

No es sorprendente, por lo tanto, que el Shakhtar haya rechazado la oferta del Napoli: los ucranianos están extremadamente seguros de que pueden asegurarse una cifra mucho más alta por una transferencia este verano, ya que los mejores clubes de la Premier League (entre ellos Chelsea, Arsenal y Liverpool) están interesados en él.

Sudakov no oculta su admiración por el fútbol inglés. Cuando era niño tenía una camiseta del Manchester United con el nombre y el número de Cristiano Ronaldo en la espalda, mientras que su modelo actual es Phil Foden del Manchester City: "Es un jugador increíble. Su calidad con el balón y su mentalidad ganadora son una inspiración", asegura.

Y luego está el hecho de que Mykhailo Mudryk, su amigo y compañero de selección, actualmente juega en el Chelsea. Otro indicio de cara a una posible transferencia de verano a Stamford Bridge que parece perfectamente factible.

"Lo soñamos, por supuesto", admite Sudakov. "Somos muy amigos y sería hermoso jugar en el mismo equipo que Mykhailo. También pienso que la Premier League sería adecuada para mi estilo de juego", se ofrece.

Y aunque advierte que su cabeza no va mucho más allá, advierte: "No quiero pensar demasiado en el futuro, pero sé que estoy listo para jugar en una gran liga europea. Lo he demostrado en Ucrania. Lo he demostrado en la Sub-21. Y lo he demostrado en la Champions. El único objetivo que queda es demostrarlo en la Eurocopa".

Según Sudakov, sin embargo, la Euro va mucho más allá de alcanzar objetivos personales. Para el pueblo ucraniano representa una oportunidad para soñar, para escapar brevemente de la brutal realidad de la guerra. Y para los jugadores es una oportunidad para mostrar al mundo que su nación todavía lucha.

"Antes de la final de la repesca contra Islandia en marzo, había un poco de nerviosismo en el vestuario", revela. "Pero sabíamos que debíamos clasificarnos para la Eurocopa, porque estábamos jugando no solo por nosotros y nuestras familias, sino también por nuestro país y nuestros soldados", explica.

"Ahora tenemos la oportunidad de recordar al mundo que en nuestro país todavía hay una guerra en curso, que Rusia nos ha invadido causando mucho sufrimiento, un sufrimiento que continuará durante la competición. Honestamente, es imposible explicar lo que este torneo significa para nosotros", resume.