El tiempo de Ramsey en México estuvo marcado por la inactividad. Llegó ya con una lesión de larga duración que retrasó su debut con el equipo. Y una vez que finalmente estuvo en condiciones de jugar, problemas musculares recurrentes le impidieron mantener la consistencia y lo mantuvieron al margen durante gran parte de la temporada.
La situación empeoró durante la última ventana de la FIFA. Mientras se preparaba para viajar con su familia a Gales, Ramsey perdió a su perro, que se quedaba en México. El incidente afectó al mediocampista, quien terminó perdiéndose la convocatoria a su selección nacional debido a una lesión, y tampoco se presentó de regreso a Pumas para su rehabilitación.
Informes indican que Ramsey permaneció en Guanajuato buscando a su mascota, situación que finalmente le impidió regresar a entrenar con el equipo universitario.