ANÁLISIS Y OPINIÓN
El Real Madrid se dejó tres puntos ante el Real Betis en un partido muchas veces visto en el Santiago Bernabéu, pero con distinto final al de otras ocasiones. Los blancos recurrieron en los últimos minutos a la épica, al gol postrimero que Chamartín se ha acostumbrado a celebrar sobre la bocina casi de forma inverosímil. Solo que esta vez la historia tuvo otro desenlace, fruto de la confusión y los desajustes vividos en el plantel blanco.
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El equipo de Zidane padeció el mismo mal que ante el Barcelona en la temporada pasada. Las ansias por marcar provocaron la desorganización en el equipo llevada a su máxima expresión, especialmente cuando hasta 12 futbolistas permanecieron en el campo. Un dibujo caprichoso con hasta cuatro delanteros y una defensa de tres hombres que pasó casi a una zaga de dos jugadores. Un desconcierto que necesita una lectura de los técnicos.
POSICIÓN MEDIA DE LOS JUGADORES EN EL REAL MADRID - REAL BETISEs cierto que el partido pedía ciertos riesgos por el resultado negativo, pero quizás algo más comedidos, menos anárquicos y arbitrarios. Los laterales, como Carvajal realizó su habitual papel de extremo, comprensible dadas las circunstancias y por el tipo de juego de los blancos, pero sin el apoyo en esta ocasión de una deslavazada retaguardia.
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El final del partido ofreció un dantesco panorama donde: Ramos se olvidó de la parte defensiva para situarse también en el ataque por el costado, emulando a Beckenbauer. Casemiro ejerció en ocasiones de único central, de apagafuegos constante. Por su parte, Kroos tomó el papel de hombre ancla en una despoblada medular, con Lucas Vázquez, de interior y Asensio tratando de cubrir todo su flanco. Mientras el resto de futbolistas se colocaban de delanteros tratando de sobrevivir sin apenas espacios y con escasos movimientos, como en un partido de colegio donde todos quieren anotar. Solo que en esta ocasión el Betis marcó antes de que el colegiado indicara el final.
