OPINIÓN
El Real Madrid se dejó dos puntos en Getafe este jueves. Lo que, visto lo visto, tampoco debería ser tan mala noticia. Y es que el conjunto azulón, que ejercía de local, se estaba jugando su billete a Europa mientras que los blancos apenas peleaban por acabar con dignidad la temporada. Siendo tercero contra cuarto, no eran pocos los que aventuraban un Getafe subido a las barbas de los de Zidane este jueves. Y sin embargo, el Real Madrid salió del Coliseum Alfonso Pérez sin una victoria, sin goles en su haber, pero también sin arañazos (0-0). Pero eso sí, con la confirmación de que Brahim puede estar para empresas mayores que para completar las convocatorias.
El malagueño fue una de las sopresas de Zidane en la alineación blanca. Junto a él figuraban otros jóvenes y vigorosos jugadores como Reguilón o Valverde. También Keylor, por cierto. Y el caso es que la apuesta no le salió mal del todo al técnico galo, pues los blancos certificaron una primera parte bastante más seria que la de los últimos encuentros. Sin gol, sin excesiva profundidad, pero al menos sin sonrojar tampoco a una afición merengue que en este tramo final de temporada está ya resignada a explicar los tropiezos blancos con más asiduidad de lo que disfruta de los suyos. Incluso Benzema tuvo un mano a mano franco a los tres minutos de juego. Quien no se consuele es porque no quiere…
La segunda parte siguió el mismo guión, con un Real Madrid dominador pero sin colmillo y con un Getafe tan firme en su defensa como ausente en su ataque. Respetuosos ante la derrota, se podría decir. Y fue en ésas que apareció Brahim para disfrute del aficionado. El menudo mediapunta ya había demostrado en los pocos minutos que había tenido hasta el momento que tiene duende además de ganas. Y esas sensaciones se multiplicaron exponencialmente al jugar de inicio.
En un partido donde nadie se saltaba la ortodoxia reinante, el malagueño regaló un jugadón a Isco, un tiro cruzado, un sombrero y un caño en apenas cuarto de hora que, si bien no sirvió para darle los tres puntos a los blancos, al menos sí dejó la sensación de una actuación global capaz de alterar el casting de Zidane para la próxima temporada. Es más, porque si el galo no hubiese sustituido al ‘21’, quién sabe si no se hubiese llevado también los tres puntos incluso. Aunque tal y como está la presente campaña, casi es más relevante lo segundo que lo primero. El Real Madrid salió de Getafe sin goles, pero con Brahim subido al proyecto blanco.
