OPINIÓN
Francia es la nueva campeona del mundo. Mbappé y Griezmann heredan los galones de los Zidane y Djorkaeff veinte años después. Rozaron la gloria en la Eurocopa, pero la Portugal de Cristiano Ronaldo dejó el champagne enfriando en la nevera por dos años más. Sólo por dos años más. El combinado del gallo tiene una generación esplendorosa, con talento desbordante que sumar (o contrarrestar) a la férrea filosofía futbolística de Deschamps para terminar dibujando un equipo campeón. Criticado con razón la mayoría de las veces, el seleccionador galo se ha ganado aguantar en el cargo algún tiempo más. La varita mágica de Zidane tendrá que esperar un poco aún.
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El que no necesita más tiempo es Varane, campeón de Europa y del mundo en apenas cincuenta días. Casi nada. Triunfador prematuro, ha alcanzado el punto exacto de maduración pese a tener sólo 25 años. En siete temporadas ha logrado quince títulos con el Real Madrid, entre ellos, cuatro Champions League. Su lesión de rodilla y su aparente fragilidad física cada vez juegan menos en su contra. A favor, su rapidez, envergadura, técnica, colocación, temple… y ahora, también galones. Lo ha demostrado en este Mundial de Rusia, rodeado de compañeros incluso más jóvenes que él. Y en el Real Madrid se estrena ahora como cuarto capitán.
Zidane no falló. Lo ‘fichó’ para el Real Madrid por apenas diez millones de euros, y cuando era un total desconocido en el fútbol. Irrisorio cuando se puede hablar de un nuevo Laurent Blanc para la selección francesa. No le besa la frente a Lloris ni a Umtiti, pero es casi lo único que le puede envidiar al mítico capitán galo. Ni en fútbol, ni ahora tampoco en títulos una vez ha conquistado también la copa del mundo para su país. Francia tiene en Varane a su nuevo general al mando de su defensa campeona.
