La época de gloria del Barcelona no se podría entender sin su figura: Deco fue el motor del equipo de Frank Rijkaard para que el club catalán gane su primera Champions League en este siglo. El brasileño, nacionalizado portugués, quien jugó dos mundiales (2006 y 2010) con el seleccionado luso, supo brillar antes en el Porto, donde conquistó también el trofeo más importante de Europa, además de levantar una Copa UEFA. ¿A qué se dedicó tras quitarse las botas? Empezó a trabajar en Gestifute, la agencia de futbolistas de Jorge Mendes, el famoso representante de Cristiano Ronaldo.
No fue casualidad. Mendes fue el empresario que, tras tanto insistir, hizo que el volante pase del Porto al Barcelona. La operación, que parecía arriesgada, le salió redonda, y el hombre nacido en Lisboa terminó subiendo así varios escalones en el mercado del fútbol. Deco, quizá como agradecimiento o quizá por recibir una buena oferta de trabajo, aceptó pertenecer a la red de agentes del propio Mendes y se hizo responsable de la compañía en Brasil, donde se quedó a vivir tras su paso por Fluminense, el último club de su trayectoria.
Por otra parte, el ahora exjugador, amigo de Lionel Messi, se transformó además en embajador de Laureus Sport for Good Foundation. Y tiene también otras fundaciones. Está claro: dejó los pantalones cortos para usar los largos y ser todo un hombre de negocios…
