Se paraliza todo. Al contrario del resto de las ligas a nivel mundial, la chilena no continuará inmediatamente después de la doble fecha FIFA de selecciones de noviembre, que acaba de culminar. La razón: política y seguridad. Es que se elige a un nuevo presidente, el reemplazante del derechista Sebastián Piñera, y los focos estarán puestos en los locales de votación, situación que hace imposible organizar los partidos habituales del fin de semana.
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¿Qué se vota?
Todo chileno o miembro del territorio nacional que esté habilitado a sufragar elige este domingo 21 al Mandatario que se hará cargo de los destinos del país andino durante los próximos cuatro años, uno que saldrá de los izquierdistas Eduardo Artés, Marco Enríquez-Ominami, Gabriel Boric, los centristas Franco Parisi, Yasna Provoste y Sebastián Sichel y el ultraderechista José Antonio Kast. Además estarán en las papeletas los candidatos al Senado, a la Cámara de Diputados y a las Conserjerías regionales, por lo que tras la del plebiscito por una Nueva Constitución esta cita se erige como una de las más trascendentales para la historia de la democracia, por lo que además de la pausa también habrá ley seca desde la noche del sábado.
Como es habitual, la ANFP debe ajustar sus fechas pues Carabineros, ítem necesario para organizar el fútbol, estarán preocupados netamente del correcto desarrollo de las votaciones, por lo que el último fin de semana del mes se disputa la penúltima jornada del torneo local y el primero de diciembre se define al campeón y a los descendidos de categoría. Se espera que más de 10 millones de personas acudan a las urnas, por lo que el deporte y sus horas claves pasan a segundo plano.