Monte Caseros es una ciudad al sur de la provincia de Corrientes en la que viven apenas 23 mil habitantes, pero que tiene tres canchas de fútbol en un radio de unas 15 cuadras. Desde allí es de donde aparece una de las grandes promesas de las divisiones inferiores de Boca : Agustín Obando . Es delantero, categoría 2000. Acaba de cumplir 19 años (nació un 11 de marzo) y, a un mes de su cumpleaños, se empieza a consolidar en Primera.
A Obando todo se le dio muy rápido en su, por ahora, corta carrera. Hasta los nueve años jugó en su ciudad en el club Samuel W. Robinson hasta que, en 2009, Juan Corona (exfutbolista de Tigre y Deportivo Armenio durante los '80 y los '90) propuso traerlo a Buenos Aires. Al chico le veían condiciones y solo necesitó algunas pruebas en el Xeneize para quedar en las infantiles. A partir de ahí, hizo el camino lógico de cualquier promesa: arrancó en novena, enseguida formó parte del seleccionado sub-15, pasó al sub-17, fue campeón en sexta, subió a Reserva con 17 años -en donde fue campeón en un torneo realizado en China- y, finalmente, fue sparring de la mayor en Rusia .
Fue Guillermo Barros Schelotto quien durante el 2018 empezó a codearlo con la Primera en algunos entrenamientos, pero Gustavo Alfaro decidió llevarlo a la pretemporada en Cardales para luego meterlo en la lista de buena fe de la Copa Libertadores . En la última fecha de la Superliga tuvo la posibilidad de hacer su presentación oficial, jugando como titular y con un buen aporte: la asistencia para Zárate en su gol.
Pero aquella no fue su única oportunidad: en Mar del Plata ante Estudiantes de Río Cuarto y ante Godoy Cruz en Mendoza por la Copa Superliga, el DT presentó dos onces alternativos y, en ambas oportunidades, asistió para el gol. En el Minella fue un toque a Mauro y en Malvinas, justo a Pavón.