EDITORIAL
La evolución de la lesión de Luis Suárez procede según lo previsto y la semana que viene debería recibir el alta médica según el comunicado médico que el Barcelona hizo público el pasado 12 de enero, horas después de que el delantero se sometiera a una intervención quirúrgica en el menisco externo de la rodilla derecha. Tanto es así que incluso el propio cuerpo técnico azulgrana se mostró radiante durante una charla telemática pública en los medios del club ante la posibilidad de recuperar al uruguayo de cara a los partidos que quedan por disputar.
Porque, entre otras cosas, Quique Setién no quiere "ganar el campeonato de esta forma", a él lo que le interesa es "ganarlo en el campo" y para ello contar con el uruguayo permite pensar en que LaLiga más igualada de los últimos años pueda volver a caer, y sería la tercera consecutiva, del lado barcelonista. Pero para que ello suceda antes tiene que regresar la competición y eso todavía no está nada claro a pesar de que los dirigentes del fútbol español así lo desean en la medida que sea posible. Pero también está por ver que lo sea.
Mientras, Luis Suárez hace lo suyo y se pone a punto. "Será el fichaje del mercado del confinamiento" destacó Fran Soto, uno de los asistentes de Setién. Lo cierto es que no puede llegar en mejor momento, cuando lo peor de la pandemia ha pasado y a falta de pocos días para que la plantilla retome el trabajo en el club, aunque sea de forma individual. Porque no se sabe si volverán las competiciones pero si lo hacen será con Luis Suárez listo para la acción.