Franco Armani ya escribió su propia historia en Atlético Nacional. Ganó varios títulos locales, además de la Copa Libertadores, quedando como el jugador con más trofeos conseguidos en la historia verdolaga.
Pero al argentino parece no importarle haber ganado todo lo que disputó con Nacional. Va por más y esa ambición podría llevarlo a ser uno de los mejores porteros del continente.
No es exagerado pensar en que Armani tiene el nivel para estar en el arco de un gigante europeo. Lleva 12 títulos a cuestas y su nivel sorprende cada día más, sobre todo en los partidos definitivos del equipo antioqueño, así quedó demostrado en la serie semifinal ante Millonarios.
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Sin embargo parece que el gran nivel del arquero argentino se ha venido convirtiendo en una excusa para el resto de sus compañeros, que descargan toda la responsabilidad de los resultados sobre los hombros de Armani.
Ante Cali el trabajo de la defensa dejó enormes dudas acerca del funcionamiento verdolaga, la expulsión de Henríquez pone a pensar a Rueda en como reorganizar una zaga que hace aguas esperando que "San Armani" salve los papeles en la jugada final.
El duelo del domingo es todo un reto para Atlético Nacional, y si bien las garantías ofrecidas por Franco Armani bajo los tres palos son altas, de nada sirve todo su tesón y esfuerzo si los otros diez jugadores en cancha se dedican a observar como el argentino hace la parte más dura del trabajo.
