OPINIÓN
Es difícil de explicar. Pero una vez más, el Real Madrid lo volvió a hacer. Irregular como nunca en la presente temporada. Después de una victoria de tronío, es bien capaz de firmar una machada. Y viceversa también. Y así sucedió este sábado ante la Real Sociedad. Después de un 2-2 bochornoso ante el Levante siete días atrás -que hizo mucho daño a la moral del vestuario blanco-, los chicos de Zidane han vuelto a levantarse para golear este sábado a la Real Sociedad sin discusión. Y justo antes de recibir al PSG en la Champions League. Lo que ha vuelto a elevar la moral de la hinchada merengue a límites inesperados el pasado sábado a estas mismas horas.
Sea como fuere, ante la Real Sociedad volvió a salirle todo a los blancos otra vez. Como ante el Deportivo o ante el Valencia, en este mismo 2018. Lucas marcó antes de que se cumpliese el primer minuto de juego. Cristiano anotó otro doblete para colocarse como el máximo goleador de la segunda vuelta de La Liga después de seis tantos en apenas cuatro jornadas (dos goles más que en toda la primera vuelta del campeonato). Y para rematar la goleada, Toni Kroos volvió a colocar una bomba teledirigida desde el balcón del área. Y todo esto, sólo antes del descanso, en una primera parte de dominio absoluto que pudo haber traído una goleada incluso mayor. Realmente abrumador.
En la segunda parte, el equipo blanco levantó ya el pie del acelerador, eso sí. Producto también de los cambios de Zidane en parte, y del ansia txuri-urdin de maquillar el resultado. Lo lograron con dos tantos en la segunda parte que dejaron de nuevo en evidencia a la defensa merengue. Eso sí, no tuvo mayor repercusión en el resultado final esta vez. En parte, porque también Cristiano marcó un gol que cerraba su hat-trick (5-1 momentáneo) para tranquilidad de la parroquia merengue. De cara al choque de La Liga, y sobre todo, de cara al partido de Champions League ante el PSG del próximo miércoles, día de San Valentín. Porque así, este Real Madrid sí puede enamorar, como ante la Real Sociedad en la primera parte. Por fin.