El mundo pareció felicitar de manera prematura a George Weah por convertirse presidente de Liberia el 10 de octubre del 2017. La leyenda del Milan había conseguido la mayor cantidad de votos en la primera ronda, pero no le alcanzó para asegurarse la victoria en las elecciones. Por eso, Weah enfrentó el 26 de diciembre un mano a mano contra el actual vicepresidente del país africano, Joseph Boakai, del Partido Unido. Y lo ganó con el 61.5% de los votos, según informó la comisión electoral explicando que, con 98.1 de las tarjetas contadas, el ex jugador rossonero derrotó a Joseph Boakai, hasta ahora vicepresidente.
El mundo podría reconocer a Weah como una figura de inspiración que hizo una correcta transición del deporte a la vida política, pero la percepción para el liberiano más famoso no es tan evidente en su tierra natal.
Weah todavía disfruta de una reputación fructífera como el deportista más grande, pero se rodea alrededor de la cuestión sobre su efectividad como figura política en la última década, como también sus vínculos con el dictador Charles Taylor.
El derrocado expresdiente de Liberia cumple 50 años de condena en una prisión británica por crímenes de guerra cometidos durante la guerra civil de Sierra Leona.
GettyWeah también se ganó el respaldo del derrotado candidato presidencial Prince Johnson, quien estuvo alineado con Taylor durante los primeros días de la sangrienta guerra civil, además de ser responsable del horrible asesinato del ex presidente Samuel Doe.
El partido de Weah, Congreso por un cambio democrático (CDC), firmó una alianza con el Partido Patriótico Nacional de Taylor (PNP). "Ellos son nuestro socio natural", dijo en noviembre de 2016 la ex esposa de Taylor y la senadora del PNP, Jewel Howard Taylor. Ahora ella fue la compañera de fórmula de Weah en la carrera presidencial. El CDC se creó a partir del PNP y, por lo tanto, la alianza con el CDC es una alianza natural.
Algunos miembros del partido de Taylor suspendieron su membresía, mientras que varios partidarios del CDC se fueron debido al vínculo con un señor de la guerra supuestamente despiadado.
"La forma en la que el señor Taylor gobernó y nos torturó durante esos días, dudo que alguien que sufrió olvide jamás esos recuerdos dolorosos", señaló el artista Kekura Kamara, también conocido como Balawala, quien fue miembro del equipo de relaciones públicas de Weah durante su época de jugador. Y agregó: "Weah está rodeado de los vampiros de Taylor. Su ex esposa es su compañera de fórmula; su personal de seguridad está hecho a mano por Taylor. ¿Crees que él puede controlarlos? Es imposible."
"George fue un muy buen futbolista", dijo Kamara. "Lo demostró en el campo pero, como político, dudo que lo logre". Kamara insiste en que el líder de los CDC es un reaccionario y lo consideró un tomador de decisiones impredecible.
Después de haber trabajado con Weah durante varios años, Kamara está seguro de que la ideología de Weah no podría ser la misma que cuando lanzó por primera vez su candidatura a la presidencia liberiana en 2005.
El mejor jugador del mundo en 1995, una verdadera fuerza de la naturaleza que pasaba a sus rivales por encima, ahora de 51 años, consigue la oficina más alta del país por segunda vez. En la primera ocasión, la primera y todavía única mujer presidenta de Liberia, la elogiada Ellen Johnson Sirleaf, lo tumbó. Weah pasó de ganar la primera ronda de votación a perder en la segunda vuelta. Pero esta vez las cosas fueron distintas.
Weah se postuló para vicepresidente en 2011 y ganó fácilmente un asiento en el Senado en 2014: derrotando al hijo del presidente Sirleaf, Robert, obteniendo el 78% de los votos en el condado de Montserrado, que tiene la capital del país, Monrovia.
GettyWeah domina el amor de la gente, especialmente en los municipios de donde él mismo emergió antes de alcanzar el estrellato con Monaco, Paris Saint-Germain y Milan en Europa. Sus manifestaciones políticas nunca faltan para los fanáticos. Un partidario, James Pewee, decorado con una camiseta Weah, una bufanda alrededor del cuello y una bandera de los CDC en la mano, dice que su Día del Juicio Final llegará cuando el Sr. Weah finalmente sea pronunciado como Presidente de Liberia. Ese momento ya llegó.
"Simplemente amo a Weah", dice. "Él ama a este país y tiene al país en el corazón".
Hoy, además de ser miembro del Parlamento de Liberia y senador del condado más grande del país, Weah también es el Presidente en funciones del Comité de Juventud y Deportes, y miembro del Parlamento regional de ECOWAS.
Weah cuenta con su fama y popularidad para ganar, viajando extensamente y atrayendo multitudes masivas en la campaña electoral. Ha hablado sobre la reconciliación después de décadas de guerra civil, señalando su tiempo como ex embajador de paz de la ONU trabajando en el desarme de niños soldados como evidencia de su idoneidad para el papel de pacificador.
Sin embargo, la campaña de Weah tiene poco de lo que se esperaría en Liberia y aún no ha explicado adecuadamente su manifiesto.
Al igual que en 2005, varios de los famosos compañeros del equipo de Lone Star de Weah nuevamente se rehusaron a apoyarlo y algunos incluso hicieron una campaña activa contra él.
Hablando en una conferencia de prensa el 10 de octubre en nombre de varios ex compañeros de equipo de Weah bajo el lema 'Leyendas del fútbol', el ex defensor Dionysius Sebwe explicó que su postura era "una de conciencia sin ningún prejuicio, es una decisión de apoyo la base sólida de la administración de la Presidenta Ellen Johnson Sirleaf".
También declararon su apoyo al vicepresidente Boakai y, al mismo tiempo, reconocieron su competencia, calidad y capacidad de liderazgo para mantener los logros democráticos de Liberia.
Otro ex jugador de Lone Star que esta vez no siguió el camino de sus colegas rebeldes, el defensor Terrance Dickson, dijo que Weah era un filántropo que les da poder a todos, incluso a algunos de los que quizás no lo hayan apoyado.
Señala el hecho de que, cuando todavía jugaban para Liberia, Weah usaba su propio dinero para pagar las bonificaciones de partido y las tarifas aéreas de los jugadores cuando el gobierno no tenía los fondos para hacerlo.
"Aunque no me beneficié personalmente del Sr. Weah durante nuestros días de jugador como los demás, su buena voluntad hacia todos ha creado admiración por él donde quiera que vaya", explica Dickson.
"El señor Weah es un buen hombre, ama a su país, ama a su gente, se ha sacrificado por el país. Él es el líder que Liberia necesita ahora".