Luego de haber dejado a Cruz Azul al no recibir autonomía en la elección del nuevo director técnico en este Apertura 2019, Ricardo Peláez fue contratado por Chivas para asumir la dirección deportiva a partir del Clausura 2020.
Con ello, la ilusión por volver a los primeros planos renació entre los aficionados, toda vez que el palmarés de Peláez Linares como dirigente se vuelve envidiable.
Y es que una de las claves que caracterizan a Ricardo es acertar con las contrataciones al presupuesto que le garantizan las altas esferas del club para el que es llamado a integrarse.
Prueba de ello fue lo que sucedió en su paso por la Máquina, con hombres como Roberto Alvarado, Misael Domínguez, Alexis Gutiérrez, Orbelín Pineda y Elías Hernández.
Ahora a Ricardo se le fue asignado un presupuesto cercano a los 50 millones de dólares por parte de Amaury Vergara, con el que comenzó a trabajar desde que llegó a un acuerdo para integrarse a la estructura rojiblanca.
El dirigente ahora debe adaptarse para la reestructuración del equipo campeón en el Clausura 2017, que cuenta con cuatro torneos sin clasificarse a la liguilla y que ansía ser constante en los primeros puestos del torneo mexicano.
En ese sentido Ricardo cuenta con una serie de prioridades que va cumpliendo poco a poco, poniéndoles ‘palomita’ en su lista de deseos navideños, tanto del mercado mexicano como del extranjero.
Logró amarrar las contrataciones de Víctor Guzmán del Pachuca y Cristian Calderón del Necaxa, ha avanzado las negociaciones por Uriel Antuna del LA Galaxy, Marco Fabián del Philadelphia Union, Erick Aguirre del Pachuca, Alexis Peña y Jesús Angulo del Necaxa. En tanto, también tiene en agenda a Raúl López de los Tuzos con el que aún no se han establecido pláticas formales.
Peláez aún tiene mucho trabajo por hacer, entre ello la confianza de una parte de la afición con el equipo. De entrada hay una empatía por parte de los aficionados, pues saben que puede ser el momento en el que despierten de la tempestad.