La Selección mexicana consiguió un apretado triunfo 2-1 contra Bermudas, gracias a un agónico tanto de Uriel Antuna que terminó salvando la noche para los dirigidos por Tata Martino. El ambiente era de fiesta, sabiendo que era el último partido del año, además de la emoción en el ambiente por la magnífica actuación de la Sub 17 en el Mundial de la especialidad.
La Federación Mexicana decidió arropar a los jóvenes futbolistas, invitándolos a asistir al partido y reconociendo su desempeño en tierras sudamericanas. Al final del partido, los jugadores aparecieron cerca de los túneles, siendo ignorados por la mayoría de los jugadores de la mayor.
Únicamente Cristian Calderón, Jorge Sánchez, Rodolfo Pizarro y Raúl Jiménez se detuvieron a saludarlos y platicar con ellos, con muchos otros pasando de largo. La afición en redes sociales condenó el hecho, pues hace algunas semanas sucedió lo mismo con unos fanáticos en la visita a Bermudas.
La respuesta no se hizo esperar, y el que alzó la voz fue Israel Márquez, jefe de prensa del combinado Tricolor, el cual aseguró que todos los futbolistas convivieron en vestidores antes del partido.