Boca se llevó un punto de La Plata que, en cualquier otra circunstancia, hubiese sido positivo. Sin embargo, termina siendo perjudicial por los resultados previos en esa seguidilla de partidos en los que tendría que haber conseguido más de lo que consiguió . “Veremos si ganamos uno o perdimos dos”, había dicho el Mellizo Barros Schelotto tras la igualdad ante Patronato como local. Ese análisis no necesita esperar al final del campeonato: hoy, ya se puede decir que los perdió .
La victoria de River ante Temperley justo una semana antes del Superclásico deja el panorama más abierto que nunca. Y no solo eso, sino que transforma el choque del próximo domingo en una finalísima. Más todavía si gana Newell’s este domingo y el equipo de Gallardo consigue los tres puntos del cotejo postergado ante Atlético de Tucumán.
El campeonato está al rojo vivo porque Boca no lo puede cerrar. Es cierto que hacerlo en el Único de La Plata, un escenario donde logra sonreír hace cinco años, era poco probable. Pero ahora sí, sin dudas, será como predijo Guillermo: todos tendrán su posibilidad hasta el final.
