REPORTAJE
Leo Messi, Cristiano Ronaldo, José Mourinho, Radamel Falcao, Javier Mascherano, Xabi Alonso, Fabio Coentrao… La lista de grandes iconos del fútbol que han tenido problemas con la justicia española por asuntos relacionados con los impuestos no ha parado de crecer en los últimos años.
¿Qué se esconde detrás de esta situación? ¿Por qué este tipo de problemas es más común en LaLiga que en el resto de grandes competiciones domésticas en Europa?
Si le preguntamos a la industria del fútbol, la respuesta predominante de la mayor parte de actores implicados es rotunda: hay serios problemas de seguridad jurídica y transparencia.
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“Las autoridades y la administración no se han sentado con el sector, que es algo que sí ha ocurrido en Inglaterra con la Premier League”, aseguró Luis Briones, socio-director de Baker & McKenzie.
“Nos enfrentamos a una falta de especialización de los jueces, al problema de la residencia fiscal y la movilidad, al caos interpretativo de los derechos de imagen, un coste fiscal elevado que en ocasiones se encarece a más del doble… Es importante que adecuar la legislación a la naturaleza económica de esta actividad. No queremos que nos rebajen los impuestos porque sí, queremos que las normas estén claras”.
En el contexto de la celebración del World Football Summit 2017 (que se celebra estos días en Madrid) varias voces reconocidas de la industria acometen una profunda reflexión acerca del estado del fútbol no sólo como deporte, sino como el gran negocio que representa a nivel global.
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La dificultad que supone para un futbolista enfrentarse a un proceso penal que pueda perjudicar su imagen pública hace que muchos de ellos opten por pactar con la fiscalía, incluso aunque no estén de acuerdo.
¿Puede esta situación hacer que los jugadores decidan marcharse de LaLiga? Según Julio Senn, socio director de Senn Ferrero (el despacho de abogados que lleva la defensa de Cristiano Ronaldo), eso es algo que “ya está ocurriendo”.
“El jugador se plantea qué necesidad tiene de venir a un país donde siempre me van a estar buscando”, señaló.
¿Cuál es la solución al problema? Sin duda, depende de quién sea la persona y la institución a la que represente. Unos piensan que los futbolistas tributan poco y que el modelo debería parecerse más al de la Ligue 1. La posición de Hacienda y la Fiscalía española está muy clara: se debe perseguir al que defrauda sin miramientos. Otros consideran que tras esa actitud se esconde un marcado afán recaudatorio y que la solución dista mucho de la criminalización.
“Necesitamos que se dialogue. Las autoridades y el sector deben sentarse y negociar, como ha ocurrido en Inglaterra”.