Pena máxima para España

OPINIÓN

Las dos Españas. El combinado de Vicente Del Bosque demostró en el tercer partido del grupo que es capaz de lo mejor y de lo peor. Con un buen ataque antes del descanso pero una mala defensa. Y con una nefasta segunda parte dejándose morir. La penitencia: una derrota que le lleva al ‘cuadro de la muerte’, con Italia, Alemania o Inglaterra, entre otros. Un castigo desproporcionado para el fútbol exhibido en conjunto en la fase de grupos. Pero nunca nadie dijo que el fútbol fuera siempre justo.

Empezó el partido muy franco para la selección española. Desde el primer instante se vio claro que Croacia no es una selección cualquiera. Trabajo, talento y orden provocaron que, en apenas cinco minutos, hubiera visitado más veces el área de España que Turquía y República Checa en 180 minutos. Sin embargo, paradójicamente, España anotó antes que a ninguna otra selección. Genial jugada entre Silva y Cesc para que marcara Morata en línea de gol su tercer tanto en esta Eurocopa. El gol que le deja como máximo goleador momentáneo del torneo junto a Gareth Bale. Justo el día en que anunciaron su regreso a un Real Madrid frotándose las manos. La guinda.

El gol espoleó a España, inconmensurable en ataque hasta el descanso. Con Iniesta algo más apagado, esta vez tomaron el mando los Silva y Cesc, dejando triangulaciones de muchos quilates. Sin embargo, Croacia no se dejó llevar en ningún momento. Al contrario. Férrea en defensa, aprovechó para hacer daño a España cada vez que perdía la pelota. Que fueron muchas más veces de las que acostumbra. Como el hombre con una manta corta, que o se tapa arriba o se tapa abajo. Así jugaba La Roja ante una Croacia que sabe de qué va esto. Forzaba las pérdidas, salía con peligro, y si no marcó antes del minuto 44 fue sólo por casualidad. Porque Rakitic casi cuela una vaselina primorosa antes de que Kalinic dejara una espuela soberbia a la red.

El descanso no le sentó bien a la selección española, definitivamente. Atocinada, perdió su profundidad en la segunda parte ante una Croacia con una interesantísima mezcla de garra y talento, con Perisic con la flecha hacia arriba. Del Bosque optó por un doble pivote con Bruno en el lugar de Nolito y todavía hubo menos alcance. Se encontró con un penalti en una jugada aislada, y ni siquiera fue capaz de materializarlo. Modric vio a Ramos cogiendo el balón, y avisó a Srna de que avisara a Subasic por dónde lo tiraría el de Camas. Acertó. Modric, claro. No era el día de España.

Y como muestra, el gol de Perisic al final del partido, devolviéndole la jugada a La Roja por aquel gol in extremis de Piqué. 2-1 para los croatas y España cae al pozo de los ogros. Pena máxima. Tras el mazazo, y con Italia en octavos de final, es momento de devolver el champán a la nevera y atarse bien atado el mono de trabajo. Hará falta.

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