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El Barça no quiere repetir un ‘caso Dembélé’

El Barça tiene entre ceja y ceja el fichaje de Ousmane Dembélé. 105 millones más variables por un jugador que un año antes costaba 15 millones. Ya lo dijo el presidente Josep Lluís Núñez en su momento: “Le recordé a Cruyff que fichamos a Kodro por 700 millones cuando el año anterior valía 300. Le dije que esto podría ser un tema grave”. En sus 22 años en el cargo repitió la canción varias veces, aunque sin el Holandés Volador en el banquillo y con otras caras conocidas dirigiendo al equipo. Esta vez, la nueva dirección barcelonista tiene muy claro que no se puede repetir un ‘caso Dembélé’. No solamente porque la economía del club está en un momento muy delicado, sino porque llevar a cabo este tipo de operaciones deja en evidencia la falta de confianza en el departamento de scouting y el poco atrevimiento a fichar jugadores jóvenes con proyección. En los últimos años, el Barça ha fichado a más futbolistas consagrados o recién explotados que a perlas de futuro, aislando y celebrando los casos de Pedri y Ronald Araujo.

Ambos llegaron al Barcelona con un coste de poco impacto en las cuentas. La entidad culé pagó cinco millones por el centrocampista canario, sin sumarle las variables que, de cumplirse, llegarán a los 25 millones. Unos extras “bien invertidos”, dicen desde los pasillos del Camp Nou, si finalmente Pedri se convierte en el futbolista que todos intuyen. El fichaje de Araujo no llegó a los 7 millones y el Barça tiene central para años, si su progresión no se ve cortada por sorpresa. Son los dos ejemplos con los cuáles trabaja la nueva estructura deportiva de Joan Laporta. Jóvenes, con mucho talento y con futuro. Pero hay que apostar por ellos en el momento adecuado, no como sucedió con Dembélé, que fichó por el Barça ya habiendo asombrado en Alemania con el Borussia Dortmund tan solo un año después de sacar la cabeza en Francia con el Rennes.

En su primer año en la Ligue 1, Dembélé brilló. Pero era un auténtico desconocido. Fue entonces cuando el Dortmund se lanzó a por él y pagó 15 millones de euros. Una temporada después, habiendo sido de los mejores en la Bundesliga, fue cuando el Barça tuvo que abonar la desorbitada cifra de 105 millones más 40 en variables. Solamente pasaron 365 días entre un valor y otro. El Barcelona no se atrevió con Dembélé en el Rennes, pero sí le quiso fichar cuando media Europa ya le quería. “Esto no puede volver a pasar”, insisten desde el club. “Es de las operaciones más ruinosas que se han hecho”, comentan. Y no únicamente por haber impactado negativamente en las cuentas ya mermadas de la entidad, sino porque deja en muy mal lugar a la anterior dirección deportiva y a toda su estructura.

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“Es un fallo de proyecto”, dicen. Un error de los responsables deportivos por no atreverse a ficharle antes que el Borussia Dortmund, por no apostar por un futbolista por el que el Barça debía luchar cuando no era mundialmente conocido. Y ponen como ejemplo a Erling Haaland, que fichó también por el Borussia Dortmund por 21 millones y un jugador con el que el equipo amarillo hará, de nuevo, un gran negocio: “No se puede ir a fichar a Haaland al Dortmund. Se tenía que haber ido a fichar al Salzburg”. Lo consideran errores de bulto que hay que evitar, sabiendo además que el Barça no es un club rico, ni mucho menos.

Ya hace meses que Joan Laporta trabaja en la confección de su estructura deportiva para que estos errores no vuelvan a suceder. Por el momento, Mateu Alemany se hizo cargo de la Dirección de Fútbol. Justo por debajo, en un nivel similar, está Jordi Cruyff, “el guardián del modelo”. Y en un tercer escalón sigue Ramon Planes, que renovó por dos temporadas como secretario técnico. En el fútbol formativo, José Ramón Alexanko toma las riendas tras varios años de Patrick Kluivert al frente. Y veremos qué sucede con el departamento de scouting. La semana pasada, Laporta se cargó al jefe del área, Àlex García, aunque todavía no ha nombrado a su sustituto. La nueva estructura va tomando forma.

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