Stefan Medina Colombia - Brasil Amistoso 2019FCF oficial

Stefan Medina, la pesadilla de Neymar

Muchas veces menospreciado, insultado, rechazado y satanizado. La historia de Stefan Medina en la Selección Colombia ha sido más un camino lleno de espinas que de rosas, desde el punto de vista del aficionado acelerado, que alimentado -en algunos casos- por el odio que genera ser ex-jugador de Atlético Nacional, siempre señaló al defensor como culpable de todos los males del equipo, incluso en los que no tenía nada que ver.

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Pero desde la Copa América de Brasil, el propio Medina, que en aquel entonces volvió a la Tricolor por la lesión de Orejuela, supo aprovechar la oportunidad de redimirse, mostrar una faceta ofensiva muy interesante para complementar las ya conocidas bondades defensivas y empezar a ganarse a pulso el respeto de quienes lo irrespetaron en el pasado.

Este viernes, en el juego amistoso de Colombia ante Brasil en Miami , Medina dio una cátedra de solidez defensiva y marca personal sobre Neymar. La gran estrella del fútbol brasilero, codiciado por algunos de los mejores equipos del mundo y en un partido especial para él desde lo personal, tendrá el ingrato recuerdo del marcador con camiseta azul que portaba el número 2.

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El desquite de Stefan Medina en la Selección Colombia

Stefan, como se dice en la calle, no le dejó ver ni media a Ney. Lo cerró por todos lados, lo siguió y marcó en varias zonas del campo. Fue más que su sombra, su pesadilla. La única manera para que el talentoso del PSG pudiera mostrarse, fue saliendo de la zona de influencia de Medina, atacar otros espacios y aprovechar la espalda de Mina y Sánchez. Cuando fue por la revancha buscando la banda, se volvió a encontrar con la impetuosa muralla. El que tuvo revancha fue el antioqueño, pues en enfrentamientos anteriores la historia había sido al contrario.

El jugador de Monterrey volvió a decir presente y por lo alto: ante el campeón de América, contra su jugador más desequilibrante. Confirmó que lo de la Copa no fue producto de la casualidad o el destino, sino de su trabajo callado -para callar bocas-, serio y dedicado para darle a Colombia lo mejor de su talento. Y ahora tiene una linda historia para contarle a su hijo: el día que borré de la cancha al jugador más caro del planeta.

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