EDITORIAL
Arturo Vidal ya influye de forma directa en los resultados del Barcelona. De los nuevos es el único que no se ha perdido ni un solo partido, buena prueba de que Ernesto Valverde le reserva un sitio importante esta temporada y en su primera titularidad el ex del Bayern logró asistir a Leo Messi para que abriera el marcador ante el Girona y se apuntara su octavo tanto de la temporada.
Incorporado por decisión expresa de Valverde tras la salida de Paulinho Bezerra al considerar que al equipo le faltaba músculo, el chileno demuestra que ha entendido lo que se le pide y ha ido entrando poco a poco en la dinámica del equipo, con el que ha participado en los seis partidos oficiales de su equipo esta temporada antes de formar en el once en el séptimo choque.
No es un dato irrelevante. Porque además de Vidal los jugadores que han estado en todos los partidos son Marc-André Ter Stegen, Jordi Alba, Gerard Piqué, Philippe Coutinho, Ivan Rakitic, Ousmane Dembélé, Luis Suárez, Ivan Rakitic y Leo Messi. Todos titulares indiscutibles del cuadro azulgrana.
Es habitual que Valverde no utilice a los nuevos fichajes a las primeras de cambio. Lo hizo la temporada pasada y en esta se mantiene fiel a su método, que pasa por integrar y esperar a que la adaptación de los nuevos sea por lo menos aceptable antes de concederles minutos importantes o incluirles en el once inicial. Que Vidal no se haya perdido ningún partido responde a la necesidad de que se encuentre cómodo cuanto antes.
De hecho, también Coutinho y Rakitic, al que Vidal reemplazó en el once frente al Girona, llegaron con pocos entrenamientos y el plan antes de verles como titulares ha sido muy parecido al que está siguiendo el chileno, capaz de vehicular la contra con la que Leo Messi abrió el marcador frente al Girona y demostrar que está listo para la acción.
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