No tiene ningún lazo familiar con Sergio Busquets pero comparte el apellido que el último gran centrocampista azulgrana y está llamado a seguir sus pasos como mediocentro titular del equipo dentro de no mucho tiempo. Oriol debutó en el primer equipo ante el Real Murcia en el primer partido de los muchos que se le auguran a una de las promesas más sólidas del filial que entrena Gerard López.
Hijo de Jordi Busquets, un antiguo miembro de la academia barcelonista que no pasó del Juvenil, lleva en el club prácticamente desde que tiene uso de razón. Llegó en edad de benjamín y hoy, con dieciocho años, ya ejerce como uno de los hombres clave del B en su regreso a Segunda División.
Como futbolista presenta un perfil muy dotado técnicamente y una gran visión de juego y posicionamiento, que auna con un gran sentido de la responsabilidad y una madurez impropias en un jugador de su edad. Desde hace años es una de las grandes esperanzas del vivero azulgrana. A partir de hoy llega la hora de demostrar que puede ser un jugador importante para el primer equipo dentro de no demasiado tiempo.
