RONALD KOEMAN BARCELONA UEFA CHAMPIONS LEAGUE 14092021Getty Images

Palabras en Barcelona, hechos en Cádiz

Terminó aquello de "Koeman se la juega". Koeman ya no se juega nada en Cádiz. La decisión está tomada y solamente falta cuadrar las fechas y firmar al sustituto para que el técnico neerlandés deje de ser entrenador del Barcelona. La paciencia se agotó tras el Barça-Bayern y no hay vuelta atrás, aunque este jueves el equipo azulgrana gane ante uno de los rivales que más se le ha atragantado en los últimos tiempos. El Cádiz ya le "robó" cuatro de los seis puntos en los enfrentamientos directos durante la temporada pasada, además de provocar que el conjunto catalán protagonizase dos de los peores partidos del curso, una referencia que esta noche Koeman deberá tener en cuenta para no cometer los mismos errores. En el Nuevo Mirandilla, antiguo Ramón de Carranza, el Barça tuvo la posesión más alta de la temporada (82,2%), pero eso no sirvió para llevarse ni tan solo un punto. El pasado lunes ante el Granada, el Barcelona estuvo a punto de llegar al 80% de posesión, y tampoco ganó.

Hay una enorme diferencia entre el juego de posesión y el de posición. Tener la posesión no basta. El balón debe circular a gran velocidad, los futbolistas están obligados a moverse constantemente para generar carreras en el conjunto rival y, de esa manera, generar superioridades y espacios entre líneas. Hasta ahí no llegó el Barça ni ante el Granada, ni ante el Bayern, ni ante el Getafe, ni ante el Athletic Club. Únicamente en el primer partido de Liga, ante la Real Sociedad, el Barcelona practicó el fútbol que tanto se le ha exigido a Ronald Koeman. "Qué tenemos que hacer, ¿tiki-taki?", se quejó el entrenador después del empate del lunes. "No me entendéis y es culpa mía", acabó soltando al final de la rueda de prensa. Debió ser por eso, para evitar malentendidos, que Koeman decidió leer un comunicado sin atender a las preguntas de la prensa. Pero lo hizo sin consultar, sin atender la petición del departamento de comunicación de responder a los periodistas que fueron convocados a la Ciudad Deportiva y sorprendiendo incluso a un Joan Laporta que reconoció, de nuevo ante las cámaras, que el entrenador se lo podría haber ahorrado.

"No hacía falta", expresó el presidente en Cádiz, en la enésima muestra de la guerra dialéctica cruzada que están protagonizando las dos caras más visibles del club en estos momentos. La imagen que proyecta el Barça al mundo no es agradable. Incluso hay quién la califica como de bochornosa, sobre todo en parte de la prensa de Barcelona. Nadie ceja, ni unos ni otros, y se prefiere seguir alimentando a la bestia con intervenciones que provocan la reacción inmediata de la parte contraria. Tanto el presidente como el entrenador insisten en que mantienen la confianza, pero ambos se van decepcionando mútuamente con los actos de las últimas semanas, tanto en el césped como fuera de él.

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Esta noche en el Nuevo Mirandilla, Ronald Koeman tiene la obligación de transformar en actos las palabras emitidas con la lectura del comunicado. La dificultad está garantizada, ya lo dijo el técnico, pero también aseguró que los jóvenes están llamados a ser las futuras estrellas del Barça. Habrá que ver si el neerlandés cuenta con Mingueza, Eric Garcia, Riqui Puig, Demir, Nico González o Gavi, los más jóvenes del patio y los que tienen más ambición, tal y como demostraron en los compromisos ante el Bayern y el Granada. Las bajas de Jordi Alba y Álex Balde le ofrecen muchos números a Mingueza, que hizo una buena actuación el lunes y que tiene enamorado al holandés. Pero también la baja de Pedri abre la posibilidad de cubrir su perfil con Riqui o Gavi. Veremos si Koeman apuesta por alguno de ellos o vuelve a situar a un Sergi Roberto fuera de forma al lado de un Frenkie de Jong del que se espera más. El examen de Cádiz, como ya se intuía, llega hasta arriba de veneno. Koeman seguirá siendo observado con lupa por todos, sin malla de seguridad, y con varios entrenadores calentando en la banda. No será una noche fácil para el Barcelona.

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