Al fin dio el paso al frente que esperaba todo el barcelonismo, Frenkie De Jong. Casi dos meses después de su última titularidad regresaba al once en ausencia de dos pesos pesados en la media como Sergio Busquets y Arturo Vidal e hizo lo que se esperaba de él desde el momento en el que se le fichó, imprimir carácter, ideas y potencia a un centro del campo otrora temible e imprevisible pero que en los últimos tiempos se había convertido en una aburrida planicie, también por la falta de movilidad de los delanteros, lo cual impide a los centrocampistas poner balones al espacio a los que no acudirá nadie.
Así vivimos el Barcelona 3-1 Nápoles
Puede que el holandés haya tardado un año en comprender que este equipo está llegando a un final de ciclo y vive como tal, y que antes de revitalizar el engranaje con jóvenes como Riqui Puig, Ansu Fati, Ronald Araújo, Álex Collado o Monchu -quien sabe si también Eric Garcia dentro de algunas semanas- deberá adaptarse a las necesidades de la vieja guardia, que ni presiona ni se desmarca. "Este ya no es el gran Barcelona de antes" osó decir Gennaro Gattuso tras la derrota del Nápoles en el Camp Nou para señalar que "antes eran unos maestros de la primera presión pero ahora hay uno o dos que no la hacen", lo cual deja demasiado expuestos a los centrocampistas.
Es lo que hay, de alguna forma, y De Jong dio muestras de sentirse cómodo en esta acumulación de responsabilidades que protagonizó ante el Nápoles, una actuación que demostró que se siente ya con galones como para ser una suerte de líder silencioso del equipo, pues tanto defendió como atacó, tanto apoyó a sus compañeros en la salida del balón como pisó el área para darle a Messi una asistencia antológica que luego el VAR desarticularía debido al ligerísimo contacto del balón con el brazo del rosarino pero el holandés logró que cada balón que tocó significara algo para su equipo.
De Jong también debe ser clave ante el Bayern
Ante el Bayern deberá mantener los galones y el liderazgo, que entonces compartirá con Busquets. Entre los dos deberán desarticular un de los equipos más potentes del planeta en estos momentos, revitalizado de la mano de Hansi Flick y con jugadores tan importantes como Joshua Kimmich. "Somos tan favoritos nosotros como ellos" asume Luis Suárez sabiendo que los alemanes tienen un bloque solidísimo y jóvenes como Kingsley Coman o Alphonso Davies, sin olvidar su propia vieja guarda, con Robert Lewandowski a la cabeza pero cuidado. De Jong ya da muestras de ser aquel irreverente centrocampista que casi sometió a Europa entera hace un año. Ante el Bayern deberá consagrarse definitivamente.
