La final de la Copa Libertadores se jugará finalmente este próximo domingo 9 de diciembre, y lo hará en el Santiago Bernabéu. Una decisión que ha causado un impacto mundial, al ‘sacar’ una competición sudamericana a otro continente. Concretamente, al coliseo madridista. Una operación relámpago –en apenas 48 horas-, que fue posible que fructificara gracias al trabajo, la buena voluntad y predisposición de todas las partes implicadas: CONMEBOL, FIFA, UEFA, Gobierno de España, RFEF y Real Madrid. Entre ellos, por tanto, también Luis Rubiales y Florentino Pérez.
Una colaboración entre el presidente de la Federación y el presidente del Real Madrid que ha sido necesaria para llevar a cabo la organización de semejante evento, y que, si bien puede causar cierta sorpresa inicial, obedece sin embargo a una normalización y estabilización de las relaciones entre Florentino Pérez y Luis Rubiales, según ha podido contrastar Goal.
Es por todos sabido que el fichaje de Julen Lopetegui dinamitó en verano la relación entre el club blanco y el entonces recién electo presidente de la Federación, cuando ésta parecía bastante próxima en un primer momento. “Las negociaciones son lícitas, pero nos enteramos apenas cinco minutos antes del comunicado”, acusaba Rubiales al despedir al técnico vasco de la Selección. Apenas un día después replicaba el propio Florentino Pérez: “Se habló de una rueda de prensa conjunta para el día siguiente. Fue una absurda reacción de orgullo mal entendido. Algunos aprovechan cualquier motivo para desprestigiar al Real Madrid”. El divorcio estaba claro a todas luces.
Sin embargo, como decíamos, a día de hoy ha vuelto la normalidad y voluntad entre ambos mandatarios. El primer paso, según ha podido saber Goal, fue una reunión a título privado entre Florentino Pérez y Luis Rubiales hace ahora unos meses ya. Sin luz ni taquígrafos. Entonces se produjo ya un considerable deshielo de lo que estaba siendo una guerra fría a ojos del gran público. “Tengo mejor relación con Florentino de la que podré tener nunca con Tebas”, decía el mismo Rubiales el pasado 9 de octubre en una entrevista en ‘Vamos’. Lo decía ya con total conocimiento de causa. Y desde esa reunión, el tiempo ha ido cicatrizando la herida hasta entonces abierta.
Así las cosas, esta compenetración a la hora de gestionar el aterrizaje de la final de la Copa Libertadores no ha sido sino la primera escenificación pública de que las relaciones han vuelto a su estado natural. Como lo eran antes del ‘Caso Lopetegui’. “Ha habido cordialidad y sintonía entre Rubiales y Florentino en estas negociaciones”, cuentan fuentes autorizadas a Goal. Una cordialidad que es ya el punto de partida en los lazos entre ambos presidentes. Entre Real Madrid y Federación Española. Esas tiranteces pretéritas con su punto de origen en Krasnodar se han superado ya. El guiño público de la Federación al Real Madrid en el comunicado de prensa de este jueves no fue ni mucho menos casual: "El partido se celebrará en el estadio Santiago Bernabéu, gracias a la colaboración activa del Real Madrid, que ha ofrecido todas las facilidades para el desarrollo de la final".
