Ousmane Dembele Frankreich 16062018Getty

Deschamps encadena a Dembélé al 4-3-3


ANÁLISIS

Ousmane Dembélé solo es titular con Didier Deschamps cuando la selección francesa forma con el 4-3-3 para ejercer de extremo izquierdo, tal y como hizo, con actuaciones dispares, en el amistoso previo al Mundial ante Italia y en el estreno en la Copa del Mundo frente a Australia. Ambos choques se saldaron con victoria a pesar de que el delantero barcelonista ofreciera un rendimiento casi contrapuesto, ejerciendo como uno de los goleadores en el primer partido para pasar prácticamente desapercibido en el segundo, ya con la competición en marcha. Suplente ante Perú, Dembélé da muestras de ser un recurso única y exclusivamente como extremo.

Es su posición, indudablemente. El ex del Rennes y del Dortmund cuenta con una habilidad técnica y una velocidad fuera de lo común pero todavía está verde como para formar de inicio en otras posiciones que requieran un mayor conocimiento del juego, pues no es lo mismo perder el balón en línea de tres cuartos que siendo el centrocampista que inicia la jugada. Es algo de lo que puede tomar buena nota Ernesto Valverde, pendiente de "encontrar nuevos equilibrios" que permitan al Barcelona seguir siendo un equipo temible a pesar de perder a Andrés Iniesta en el centro del campo.

Y Dembélé debe ser un jugador clave en esta regeneración, alguien capaz de romper defensas por los flancos y de ensanchar el campo para que, a su vez, Leo Messi y Philippe Coutinho puedan actuar por el centro. No le salió bien en el primer partido con Francia y, en el segundo y sin el 4-3-3, apenas gozó de quince minutos en los que no pudo demostrar demasiado. El Barcelona espera muchísimo de Dembélé, por lo pagado y por su proyección. De momento, no obstante, necesita mejorar urgentemente.

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