OPINIÓN
Con el inicio de las Eliminatorias sudamericanas como el eje del horizonte más próximo, el cuerpo técnico de Chile -ya sin ningún amistoso por disputar-, liderado por Reinaldo Rueda, se dispone a poner especial atención en los futbolistas que, en el exterior, suman más bonos para ganarse un puesto en el once de una Selección que hace apenas tres años supo gritar por el bicampeonato del continente y que acaba de finalizar cuarta en la más reciente Copa América disputada en Brasil, con título del local. La misión de llegar a Qatar 2022 es enorme con el último fracaso rumbo a Rusia dando vueltas en la cabeza del plantel.
El proceso Rueda, partido a partido
La caída del combinado nacional rojo ante Honduras instaló dudas sobre la conformación de un once que, esa noche, no dio las garantías para imponerse desde las variantes del ataque. Claro, a falta de nombres propios como Alexis Sánchez y Arturo Vidal los caminos hacia el arco rival modifican su estructura y la elaboración misma tampoco logra cuajar un rendimiento más alto al prescindir de los referentes defensivos. Maripán, Medel y Pulgar son tres que tienen su lugar más o menos seguro, pero la irrupción de Paulo Díaz (incluso con jineta) apurará a más de alguno: es más, en la primera nómina, no están ni Medel ni Maripán ni Pulgar. Rueda sabe de su bajísimo porcentaje de rendimiento en comparación con sus antecesores y el cafetero apelará a los referentes para inyectarle jerarquía a su último listado, que incluyó a buena parte de la nueva camada que, a su juicio, debe asumir la responsabilidad de hacer el peso de la campaña clasificatoria venidera.
El 2021 también habrá Copa América
El arco está cubierto con Claudio Bravo, figura ante Argentina como acelerador del juego con sus pies. La salida es más fluida que con Gabriel Arias, que evidenció autocrítica tras el certamen brasileño aunque, fijo en Racing, no ha dado razones para abandonar las convocatorias y partirá jugando ante la lesión del hombre del Betis.
Los laterales lucen cubiertos: el histórico Mauricio Isla arranca con ventaja tras una Copa interesante en la que logró establecerse, aún, como un agente de peligro. Detrás de él, para Rueda, están Óscar Opazo (que igualmente puede cambiar de perfil), Guillermo Soto y Felipe Campos. Las pruebas en la izquierda con Alfonso Parot, goleador el último martes, no terminan de convencer pero la transición post retiro de Beausejour luce cómoda para el zurdo de Universidad Católica, mientras Miiko Albornoz y Eugenio Mena continúan lejos de la consideración técnica. Acá hay otro asterisco: Sebastián Vegas jugará pues el hombre de la UC viene recién recuperándose de sus problemas físicos.
La agenda del combinado nacional
En el centro de la zaga, Paulo Díaz y Guillermo Maripán plantean una dupla para una década, y el posicionamiento como mediocentro de Gary Medel en su club Bologna, sumado al habitual bajo nivel de quien acompaña a Alexis Sánchez y Eduardo Vargas -aunque volvieron a pensar en Fuenzalida- dan el pie para que el Pitbull pueda avanzar algunos metros y cumplir una labor de tapón, que en el pasado cercano correspondía a Marcelo Díaz. Y que, por su velocidad en retroceso, le permitiría repartir a los de siempre, Arturo Vidal y Charles Aránguiz de volantes mixtos, con menos obligaciones en la retaguardia. Erick Pulgar, hoy encargado de los balones detenidos en la Fiorentina y figura máxima de su escuadra, se estableció en el once chileno y su mixtura de cualidades de defensa y ataque le permiten desarrollar recorrido y la posibilidad de copar más de un espacio en el medio. El coronavirus no le dejará empezar la Eliminatoria, pero se espera que sea el titular en el resto del recorrido, con Claudio Baeza y Tomás Alarcón como variantes iniciales.
Los 90 partidos de las Eliminatorias
La labor de Rueda es solidificar el lateral izquierdo, evaluar delanteros en estado de gracia para fortalecer la zona de finalización y probar más esquemas que sumen tanto juego como armas posibles para bregar en una Eliminatoria durísima con gigantes al frente y un debut ante Uruguay en Montevideo asustando de arranque.
Jean Meneses (puntero), Tomás Alarcón y Claudio Baeza (mediocentros) y César Pinares (creativo) sumaron bonos en la doble fecha de amistosos de septiembre, una que luce lejana pero que sirve de antecedente por un 2020 casi sin fútbol y, efectivamente, sin actividad alguna para La Roja.
Algunas interrogantes las planteaban Marcelo Díaz, pedido expresamente por Bravo y aún no requerido por Rueda para el debut, y Felipe Gutiérrez, que se bajó por pedido de su club en Kansas antes de debutar en la era del ex Atlético Nacional. Ninguno está. Diego Valdés sigue en los listados, así como Francisco Sierralta que fue de Udinese a Watford y de a poco comenzó a ver minutos. Tanto Igor Lichnovsky como Benjamín Kuscevic -operado- ni José Bizama están en la lista pero aguardan por volver. Del Sub 23, que disputaron el Preolímpico, se suman al proceso Víctor Dávila, Alarcón, Nicolás Díaz y Omar Carabalí, mientras que Ángelo Sagal, sin convencer, siempre sí lo hizo con Rueda pero no está por falta de minutos. Fabián Orellana quedó fuera -asomaba en el once- por una lesión de muslo izquierdo.
Durante noviembre de 2019, Bravo confirmó su relevancia salvando a su combinado contra Colombia aunque Gabriel Arias ganó dos títulos con Racing en 2019 como eje fundamental y supondrá competencia en el resto del camino a Qatar. Y Christian Bravo y Felipe Mora irrumpieron ante Guinea en una mixtura de titulares y apariciones pero no fueron considerados para el inicio.
EL ONCE PARA ARRANCAR
Gabriel Arias;
Mauricio Isla, Paulo Díaz, Enzo Roco, Sebastián Vegas;
Charles Aránguiz, Claudio Baeza, Arturo Vidal;
César Pinares; Alexis Sánchez y Eduardo Vargas.
Nico Díaz, Alarcón y Fuenzalida pujarán por un lugar.
¿Y un XI base para el resto de las Eliminatorias?
EL PRESENTE DE LOS TITULARES DE CHILE
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