Las oficinas del Centro de Entrenamiento de Boca, en Buenos Aires, están repletas de carpetas apiladas con los perfiles de los delanteros ofrecidos. El número uno en las prioridades es Roger Martínez, el 9 del América. Al colombiano le restan dos años y medio más de contrato, pero su equipo le ha fijado un precio en el mercado: 10 millones de dólares. Los xeneizes intentan reunir al menos cinco, con la venta de dos jugadores, “pero necesitamos también el esfuerzo de Roger”, dice Jorge Amor Ameal, su presidente.
En las últimas horas, Boca anunció la salida de Nicolás Capaldo al Red Bull Salzburgo (por 5 millones de dólares) y resuelve, como puede, la del portero Esteban Andrada al Monterrey (por 5,5 millones de dólares). “La idea es ofertar una vez que cierren las dos”, confirmó a Goal una fuente cercana al equipo. Eso puede ocurrir en los próximos días, cuando el Consejo de Futbol del club y el representante de Andrada logren un acuerdo por una de sus cláusulas de salida de su contrato.
Mientras eso ocurre, la dirigencia de los xeneizes prepara una oferta formal por el 50 por ciento del valor total de la carta de Roger. Es decir, entre cuatro y cinco millones de dólares. A Boca se le adeuda, además, el dinero correspondiente a la venta de Darío Benedetto al Olympique de Marsella, que se le tiene que abonar ahora, según pudo saber Goal. Es más o menos la misma cantidad que tiene que poner por el colombiano.
El cierre del mercado de pases para el conjunto de la Ribera y el resto de los clubes argentinos está previsto para julio próximo. En las Águilas, entretanto, cuentan con el jugador para el inicio de la pretemporada, el próximo 21 de junio, a pesar de las conductas que ha manifestado fuera de la cancha. Desde la fiesta privada con mujeres desnudas, en la que también participaron Richard Sánchez, Leo Suárez y Nicolás Benedetti; hasta su reciente reunión con música en vivo y demás invitados, compartida en sus redes sociales.
El deseo del Roger, desde hace un tiempo, es salir del equipo con una oferta que convenga a las dos partes. Para los Emplumados, por un jugador que ha sido tres veces campeón y por el que pagaron una cantidad parecida al Villarreal (en 2018), es de 10 millones de dólares. Eso lo saben Boca y su Consejo de Futbol, aunque su intención sea negociar al menos por el 50 por ciento de la carta. Si el equipo mexicano pide un millón más, los xeneizes no forzarán su salida.
De hecho, entre líneas, esperan a que sea el nacido en Cartagena de Indias sea quien ayude a destrabar el asunto, sea de cualquier manera. Algo parecido a lo que el mismo Benedetto hizo en 2016 para ser transferido entre los mismos protagonistas de la historia: del América a Boca. Al no ceder ninguna de las partes, el propio Pipa puso el millón restante de su bolsillo para que no se cayera el fichaje.
“Deben sumarse las ganas de Roger”, insiste Amor Ameal, en una breve conversación por mensaje. Además del colombiano, los otros delanteros posibles para el técnico Miguel Ángel Russo son Franco di Santo (San Lorenzo de Almagro), Miguel Borja (Junior), entre otros. Recientemente, a su vez, se incorporó a Nicolás Orsini, proveniente de Lanús. Pero la prioridad está en el futbol de México.
Será en los próximos días cuando el Consejo de Futbol de Boca, encabezado por Juan Román Riquelme, tome el teléfono y llame a la Ciudad de México para negociar la salida del '9'. “El contacto va a ser de club a club, no con el representante”, afirman desde el lado Xeneize. La postura del cuadro de Coapa, por ahora, es la misma: no menos de 10 millones de dólares. El siguiente en jugar sus cartas es el club argentino, en espera también de una mano de Roger.