Martín Palermo se retiró en junio de 2011. El Emperador Falcioni apenas había empezado su efímero reinado en Boca y uno de los más leales vasallos decidía finalizar su carrera. Fueron 236 goles los que se fueron con él aquella fría noche, en su La Plata natal, en la que el Loco pisó por última vez un campo de juego. Pasaron más de siete años, cuatro técnicos, cinco títulos y dos finales de Copa Libertadores. Y después de todo ese tiempo, llegó su reemplazante.
Mercado de pases de Boca 2022
Desde aquel 2-2 ante Gimnasia en el Bosque que significó el último partido oficial del Titán como jugador hasta la llegada de Guillermo Barros Schelotto como entrenador, la dirigencia del Xeneize contrató siete nueves: Santiago Silva, Emmanuel Gigliotti, Claudio Riaño, Jonathan Calleri, Andrés Chávez y Daniel Osvaldo. También tuvieron su chance Lucas Viatri y Nicolás Blandi, surgidos del club. Nueve centrodelanteros pasaron y se fueron, algunos con pena, otros con gloria.
El décimo fue Darío Benedetto, quien llegó al club de La Ribera a mediados de 2016, justo antes del duelo contra Independiente del Valle por las semifinales de la Copa Libertadores. El Mellizo había decidido dejar libre a Osvaldo luego de una polémica en el vestuario tras el cruce de ida con Nacional por los cuartos de final del certamen continental y Carlos Tevez pedía a gritos a un compañero para ocupar esa posición. Y aunque el cruce con el conjunto ecuatoriano terminó en derrota y la adaptación le llevó algunos meses, finalmente la solución a todos los problemas llegó con el Pipa .
ALEJANDRO PAGNI/AFP/Getty ImagesY es que el '9' no solo apaciguó el pedido del Apache, que quería jugar unos metros más atrás y no como punta de lanza, sino que en su primera temporada, los 21 goles que anotó en las 25 fechas del certamen local le permiteron ser el máximo artillero del Campeonato 2016/17, algo que un jugador de Boca no conseguía desde hacía 10 años. Tras aquel gran primer año su nivel siguió en alza y en las primeras 9 fechas de la Superliga 2017/18 marcó 9 goles. Incluso, llegó a debutar en la Selección argentina. Entonces, el 19 de noviembre del 2017, el Pipa sufrió la rotura de ligamentos de la rodilla derecha.
A partir de la ausencia de Benedetto, a principio de 2018 llegó Wanchope Ábila, quien colaboró de buena manera para el título en la Superliga 2017/18 y le cuidó el lugar al Pipa, que regresó oficialmente el 31 de agosto de ese año contra Libertad en Paraguay, pero debió esperar nueve cotejos para volver a gritar un gol: el desahogo llegó en forma de doblete contra Palmeiras, en la semifinal de la Copa Libertadores. Luego llegaría otro más ante el Verdao en Brasil y uno en cada final de la Libertadores frente a River.
La derrota frente al Millonario en Madrid empezaría a marcar el final de su paso por el club: sin el nivel al que había acostumbrado antes de su lesión, durante la primera mitad de 2019 jugó 20 partidos y solo convirtió cinco goles, tres de ellos de penal. Además, se quedó sin marcar en las dos finales que disputó el equipo de Gustavo Alfaro en el semestre. Finalmente, el 5 de agosto de ese año se hizo oficial su transferencia hacia Olympique de Marsella, que pagó 16 millones de euros por el pase del mejor 9 que tuvo Boca desde la salida de Palermo. Hasta los primeros días del 2022, se encontraba a préstamo en Elche, club del cual es accionista minoritario, pero no le estaba yendo para nada bien, por lo que su representante, Christian Bragarnik, comentó en La Red que "no sería una locura que Benedetto vuelva a Boca", dando esperanzas a los hinchas de cara al nuevo año.
Los números del Pipa en su primer ciclo de tres años en Boca no dejan lugar a dudas. Hasta su llegada, Calleri había sido el mejor sustituto del Titán, con un promedio de 0,38 goles (23 en 61 choques). Detrás aparecían Gigliotti, con un cociente de 0,37 (23 en 62); Silva, con uno de 0,35 (19 en 55); Blandi, con 0,33 (20 en 61); Chávez, con 0,28 (18 en 64); y Viatri, con 0,23 (31 en 133). Benedetto cerró su primera etapa con 45 tantos en 76 duelos, un promedio de 0,59 y un grito cada 118 minutos jugados.
Por todos estos números, la vuelta era una necesidad. Tras unas semanas que mantuvieron en vilo al pueblo boquense, el delantero regresó al lugar donde fue feliz. "Lo hablamos con mi esposa y no dudamos. La decisión fue con el corazón, sin pensar en absolutamente. Estoy contento, no me arrepiento de haber tomado la decisión que tomé", comentó en su presentación.
Dicen que las segundas partes no son buenas, pero la del '9' comenzó con todo: solo tardó 23 minutos en volver a marcar. El 13 de febrero hizo explotar La Bombonera con un cabezazo que venció la resistencia del arquero Burián, así adelantó al Xeneize ante Colón en la primera fecha de la Copa de la Liga Profesional. Desde ese encuentro, el atacante lleva nada menos que 12 tantos más, que redondean 57 con la azul y oro, números que, lógicamente, permiten el recuerdo y la comparación, al menos estadísticamente.
