Pese a que los números no lo indican como tal y una improbable carambola no lo dé como matemático, a todos los efectos el Real Betis sabe que la próxima campaña disputará por tercer año consecutivo la Europa League. Cuestión nunca antes vista en Heliopolis y que hace que la maniobra verdiblanca sobre la confección de su plantilla tenga un desahogo mayor en lo económico. Planes podrá plantear un escenario algo más ambicioso (sin grandes desembolsos) encima de cada mesa de cada negociación. Pero la cuestión radica en el tipo de corte que va a tener un plantel que esta temporada, aún acabándola con éxito, se ha quedado corta de gasolina.
De puertas para fuera nadie reconocerá que la temporada se ha hecho larga, con un final incluso tedioso, donde la clasificación llegó por demérito de su inmediato perseguidor. Eso sí, con un valor grandísimo por el hito conseguido. Enorme. Un éxito que le permite crecer y cumplir la hoja de ruta que la directiva se marcó dentro de las directrices que señalaban en su decálogo cuando ganaron la Junta de Accionistas en 2015. Por tanto, la campaña 23/24 será la consolidación de un Betis europeo que necesita un punto más para avanzar.
Entonces, aquí es donde viene la pregunta, ¿remodelación o continuidad? Algo innegable es que el equipo necesita rejuvenecerse, ya no solo para la revalorización de una plantilla en la que las arcas del club se puedan beneficiar con futuras plusvalías, sino porque Pellegrini necesita savia nueva con la que poder agitar el árbol. Los primeros movimientos indican a que va a ser la vía de la continuidad la que tome en principio la delantera. La renovación de Bravo es efectiva después de que el jugador haya superado el número de partidos que indicaba el anexo de su contrato. Los agentes de Guardado ya se han reunido con el club y, si nada hace dar un giro inesperado, será también renovado. El técnico chileno estará más que contento con ellas pero el equipo necesita cambios. Cuestión tan cierta como la falta de liquidez de la que dispone la entidad.
Por ello , Planes trabajará a caballo entre los movimientos de entrada y salida, a la espera de una oportunidad y viendo las posibles ventas, con la premisa de no repetir situaciones tan embarazosas y desagradables como la del verano pasado y el tema de las inscripciones. Y con la puerta abierta a la marcha de hombres como Luiz Felipe, Guido o Luiz Henrique, los que más cartel tienen en estos momentos ya que la lesión de Fekir lo descarta para esta ventana, y eso que algunos cantos de sirena de Arabia seducían al francés.
Por tanto esa es la situación actual de Real Betis que espera movimientos y que, ahora con la clasificación europea, ya puede lanzarse de lleno a la confección de la plantilla, pero revolución lo que se dice revolución es algo que ni puede si se plantean en el club.