Antoine Griezmann Atletico Madrid 2018-19Getty Images

Hoja de ruta del Atlético ante el mercado: el club, por encima de todo y de todos

No hay época del año en la que los medios de comunicación no especulen con el futuro de jugadores con contrato en vigor con el Atlético de Madrid. Nada nuevo bajo el sol. Sin nada en juego, esos rumores están en plena efervescencia y forman parte del juego periodístico habitual. En las últimas horas, la máquina está echando humo y diferentes informaciones, sitúan fuera del Atleti la próxima temporada a Antoine Griezmann. Con el francés llueve sobre mojado. Pese al interés del FC Barcelona el pasado verano, rechazó su oferta y decidió quedarse. Y eso que entonces se publicó, con tanta alegría como escasa veracidad, que tenía un precontrato firmado con los azulgrana, que tenía una cláusula de penalización, que ya se había comprado una casa en la Ciudad Condal y que sería jugador del Barça con absoluta seguridad. Todo el mundo sabe cómo acabó aquello. Ahora, según la prensa deportiva catalana, el asunto repunta. Se insiste en que “este año sí”, en que “el fichaje está caliente” y en que “hay consenso en su fichaje”. Otra vez.

Por primera vez en los últimos años, en el Atlético de Madrid reina la calma y la tranquilidad. Antoine tiene contrato en vigor, no le ha comunicado a nadie del club que se quiera marchar, es uno de los capitanes y hasta la fecha, sigue comprometido con el vestuario y con Simeone. En cualquier caso, el Atlético de Madrid lo tiene clarísimo: Antoine tiene una cláusula de rescisión que asciende a 200 millones de euros y que a partir del día 1 de julio, según ha podido saber Goal, será de 130 millones. Si el francés quiere quedarse en el Atleti, club, vestuario, entrenador y afición estarán encantados. Si por el contrario desea marcharse, club, vestuario, entrenador y afición coincidirán: quien no quiera estar en el Atleti, lo mejor que puede hacer es irse. Adiós y gracias por los servicios prestados. Es decir, ni en el Atlético de Madrid hay preocupación, ni malestar, ni sensación de pánico. Antoine tiene contrato en vigor, es uno de los capitanes, es un referente del club y es el único dueño de su voluntad y de su futuro. Fin del asunto.

Siga o no siga el jugador francés, el Atlético de Madrid continúa trabajando en su proyecto deportivo de cara a la próxima temporada. Simeone sabe que el club tendrá que acometer reformas en la plantilla y que el vestuario sufrirá una baja sensible como la de Diego Godín, pero trabaja junto a Andrea Berta para diseñar un proyecto capaz de seguir peleando “contra dos monstruos como Madrid y Barcelona”, tal y como lo lleva haciendo en los últimos años. Obviamente, el Cholo no es ningún ingenuo. Sabe que su equipo cuenta con buenos jugadores, conoce que varios de ellos tienen una cláusula asequible para las grandes superpotencias económicas europeas y entiende que el mercado no será fácil. Diego Costa, Rodri o Saúl son futbolistas de primer nivel con varios pretendientes. Normal. Lo raro sería lo contrario, que nadie tuviera interés en esos jugadores. ¿Y van a salir jugadores? Pues claro. Sí. La "guardia pretoriana" del Cholo, ley de vida, abandonará el club: Godín, Juanfran y seguramente Filipe Luis, no seguirán de rojiblanco. Como en su día Gabi o Fernando Torres.

Más allá de las cláusulas y de las dificultades del mercado, en el Atleti existe una convicción: el club tiene una hoja de ruta, se está moviendo en varias direcciones, tiene operaciones avanzadas y seguirá potenciando el equipo con nuevas piezas para continuar evolucionando. Sus prioridades, tres: encontrar un par de centrales con experiencia y potencial, un par de laterales de máxima calidad para dar un salto al juego ofensivo del equipo y seguramente, firmar un volante que tenga ida y vuelta. En eso se está esforzando el club y pese a que la rumorología de los medios de comunicación no para de crecer y algunos aficionados colchoneros se están poniendo nerviosos por lo que leen y escuchan, el Atlético de Madrid está tranquilo. En el capítulo de llegadas, se llame como se llame el futbolista, se buscará el consenso para fichar. Y en el capítulo de salidas, se llame como se llame el jugador, aplicará el sentido común: quien no quiera estar en el Atleti, que traiga el dinero, adiós y gracias. Sin dramatismos, ni obsesiones. El club por encima de todo. 

Anuncios