Por Jorge C. Picón - No puedo no empezar este texto sin escribir de lo sucedido antes del encuentro. Emocionante mensaje de apoyo al pueblo ucraniano y, en especial, a Lunin. Bajo el lema "Todos con Ucrania" y con una gran bandera del país acosado por Rusia, jugadores, afición y club mostraron su respeto. Decía Arrigo Sacchi (algunos reclaman su autoría para Jorge Valdano) que "el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes". La guerra, la muerte o la angustia que siente Ucrania y su gente están por encima de la pelota. El partido más importante, el que nunca debió disputarse, lo están jugando ellos.
El Madrid ganó en el Santiago Bernabéu en lo que fue un viaje al pasado. Más precisamente, a las primeras semanas de competición. Ancelotti, que planteó un simulacro de lo que será el partido contra el PSG el próximo miércoles, volvió al origen con un Madrid en bloque alto, apretando hasta el portero y en el que los centrales pasaban más tiempo en campo rival que en propio. Un vendaval ofensivo, pero, también, una verbena defensiva que se fue convirtiendo en orquesta una vez se ajustó la presión. Todo lo bueno y lo malo del principio de campaña volvió para dar un palo a la liga y avisar al PSG.
Mucho bueno y pocos reclamos. Carvajal cometió un burdo penalti en el 8' y lo arreglo de la mejor forma posible: haciendo el mejor partido de la temporadaa (con asistencia incluida). No hubo más errores. Hasta los que no suelen estar en la fiesta, Camavinga y Rodrygo, se lo pasaron bien. El primero es un jugador muy serio a sus 19 años. Tiene un control magnífico y una zurda que mejor para el rival si no la saca a pasear. Con un chut de 30 metros empató el partido e hizo estallar el Bernabéu. Antes del PSG dijo alto y claro: "¡Aquí estoy yo!".
Pero entonces, apareció Modric, que es como la chica con la que todos quieren bailar. Normalmente se queda con los focos gracias a sus pases o sus amagos. Esta vez, tenía ganas algo más fuerte preparado. Disparo de zurda (la menos buena) a la escuadra de Remiro antes del descanso para consumar la remontada. Parecía decirle a Camavinga eso de "a un padre le vas a enseñar a hacer hijos...". En el cambio, solo le faltó la alfombra roja. La afición se rompió las manos para despedirle. El miércoles lo van a necesitar.
El equipo está unido para la 'final' del miércoles. La afición cree. "Somos los reyes de Europa" y "Sí se puede" fueron algunos de los cánticos que se escucharon en la segunda mitad. No quiero acudir a eso de Juanito de "90 minuti en el Bernabéu son molto longo", pero se hace difícil después de noches como la de hoy.




