El personaje es un mito del fútbol mundial, su autobiografía está arrasando en su país y ahora su vida se llevará a la pequeña pantalla. Marco Van Basten, uno de los mejores delanteros de todos los tiempos, tendrá su propia serie de televisión. La noticia ha provocado un gran revuelo en los Paises Bajos, donde el ex jugador de Ajax, AC Milan y la selección neerlandesa es poco menos que un héroe nacional para los aficionados. Si el libro ha sido un gran impacto, la noticia sobre el proyecto de una serie sobre la vida de Van Basten ha levantado una enorme expectación.
Su autobiografía, titulada "Basta", se publicó en noviembre de 2019 e inmediatamente entró en las listas de éxitos de ventas en el país y en el extranjero. En los Países Bajos se han vendido más de 100.000 copias, un absoluto récord en el sector. La frase de impacto de Marco para vender el libro fue: 'Perder me hace sentir como si hubiera fallado por completo'. Van Basten, que ahora tiene 55 años y colgó las botas después de vivir un auténtico calvario por culpa de las lesiones, decidió contar su historia a los aficionados. Su obsesión por competir, por ser mejor, por encontrar la paza tras un largo viahe y por su constante lucha por alcanzar la perfección máxima.
Siendo el libro un auténtico "pelotazo", eso ha animado al productor Hollands Licht a comprar los derechos de la autobiografía de Marco Van Basten, que también podría llegar a tener una versión cinematográfica con el tiempo. Ahora mismo, el productor Dan Blazer promete que la serie de televisión sobre la vida de Marco Van Basten será "una serie con encanto internacional".
Aún no está claro cuándo comenzará la grabación de la serie, ni siquiera que actores darán vida a los personajes de la historia. Lo que queda claro es que tendrá varios capítulos intensos, porque el libro de Marco, "Basta", cuenta la historia completa del jugador, desde su tierna infancia, la relación con sus padres, su etapa como juvenil, su debut en el Ajax, su fichaje por el AC Milan, su etapa en Italia o la Eurocopa de 1988, donde se destapó como el mejor jugador de Europa, sin olvidar sus lesiones de tobillo y los reveses económicos que experimentó.