Lewandowski ChelseaMatthias Hangst/Getty

Sin ser perfecto al Bayern de Flick le sobra lo que a casi todos le falta


ANÁLISIS

El Bayern Münich de Hansi Flick le dio una muestra de contundencia al Chelsea, a quienes mandó de vacaciones, y a todo el mundo fútbol una muestra más de que tiene lo que se necesita y no solo para hacerle frente al Barcelona, sino que para llegar a fondo en el podio de los favoritos a conquistar la Champions League. Es un equipo maduro, pero se sustenta en tener siempre los ojos abiertos, las líneas cubiertas y el arco rival como obsesión 1.

Alaba, Boateng, Thiago y Neuer y Goretzka dieron más de 50 pases correctos, Goretzka, Müller y Lewandowski los que pasaron los diez kilómetros recorridos en el partido oficial consecutivo número 27 sin acumular derrotas. Sí: el entrenador que llegó a solventar un inicio con dudas de parte de Niko Kovac se estableció a punta de solidez, resultados y, sobre todo, trabajo en grupo para así sentirse, en su puesto, demasiado firme.

***GER ONLY*** David Alaba Hansi Flickimago images / Poolfoto

Es el gigante de Baviera, el que no renuncia a dejar de lucir cuando tiene el control y el que no arriesga el físico de ninguno porque el grupo cuenta con los cromos suficientes para dar oxígeno a los elegidos. Ante los Blues de Lampard, que se despidieron con un 1-7 global tras los goles de Lewandowski (2), Perisic y Tolisso (descuento de Abraham), el complemento parecía ofrecer muy poco y nada de goles hasta que el francés ganó en el área y el polaco, el de más jerarquía, hacía eco de sus credenciales goleadores como cada semana de Bundesliga, una que volvieron a levantar hasta alzarse como octacampeones.

Fueron, en los octavos de final de vuelta de la Orejona, ocho las ocasiones de gol finiquitadas en la primera media hora, y diecisiete en total. El premio los cuatro goles, que bien pudieron ser siete si Willy Caballero no los frenaba a Gnabry, Alaba y Süle. Sí: aparecen todos y quien se descuelga encuentra su relevo en quien lo releve retrocediendo. Además de recuperar a Süle, que jugó por Boateng en el término y demostró que el DT en esta instancia busca menos velocidad y mejor pase desde el fondo, Perisic fue titular y estuvo a la altura, mientras que Coutinho entró sobre el cierre, alejado de sus problemas físicos, a sumar creatividad y pases profundos. Este Bayern sueña con triplete y está en su esplendor. Es que si en el cierre de la Bundes parecía contar con apenas 11, hoy sin siquiera poder recurrir a estandartes de aquel 11, como Coman, Pavard (Kimmich volvió al lateral) y Lucas Hernández, igual se las arregla para vapulear.

No es perfecto este FCB, pero le sobra lo que a casi todos les falta. Tiene las variantes suficientes, a extremos que son laterales cuando la situación lo amerita, a un 9 que no puede envidiarle movimientos, pegada ni despliegue a ningún colega y, encima de todo lo anterior, a una plantilla comprometida con el orden y el lucimiento global. Es imposible desconocer a la figura de Lewy, que anota y asiste, pero lo que menos importa es hacerlo jugar a uno. Acá el objetivo, siempre, es que luzca el que tocará la siguiente pelota.

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