En la Selección mexicana, el problema va más allá del '9' con un mediocampo posicional y estático

Gerardo Martino no se guarda nada y describe, sin titubeos, el complicado panorama del Tri: "Es el peor momento de la Selección mexicana en cuanto a resultados". Y es que el juego no aparece, tampoco llegan los resultados y el equipo parece al alcance de cualquier rival que se cruce en el camino de la Copa Oro 2021.

Las recientes presentaciones de la Selección mexicana preocupan. Preocupan mucho. Y todo esto, no por casualidad, coincide con la ausencia de Raúl Jiménez. El delantero sufrió una fractura de cráneo en noviembre pasado y desde entonces el ataque del Tri se quedó sin su principal referente en el área contraria.

Los números desde la lesión de Raúl Alonso son preocupantes: cinco goles en seis partidos disputados. Martino se ha paseado por todas las opciones para ocupar el puesto que dejó vacante el crack del Wolves, desde Hirving Lozano moviéndose por el centro hasta Henry Martín y Alan Pulido. Ninguno dio resultado.

Esto ha provocado que todas las miradas se centren en la punta de lanza del Tri, como si el problema fuera de finalización. Pero aunque se trata de una reacción lógica, sobre todo cuando la pelota no termina en el fondo de las redes, lo cierto es que la crisis de la Selección mexicana va más allá de quién sea el '9'.

Un mediocampo estático

Héctor Herrera MéxicoGetty

Da lo mismo el sistema: el 4-3-3 o el 3-4-3 utilizado en la Nations League. El mediocampo de la Selección mexicana es excesivamente posicional y aunque logra instalarse en campo contrario con pelota dominada por varios minutos, lo cierto es que no logra trascender y traducir esa tenencia en ocasiones de peligro.

Tanto Héctor Herrera como Andrés Guardado, los principales volantes del combinado nacional, han perdido el despliegue que tuvieron en ciclos anteriores. Es por eso que no existe un enlace entre el medio y el centro delantero, que queda completamente aislado de la elaboración y su participación se ve muy reducida.

El juego recae en los extremos

México Estados Unidos Chucky Lozano Sergiño Dest Concacaf Nations League@reformacancha

Ese juego posicional trae como consecuencia que las opciones de sorpresa se busquen por las bandas. Y es ahí donde se traba el equipo del Tata. Porque rival solo tiene que referenciar la actividad de los extremos para mantener su valla invicta, como sucedió en los compromisos contra Costa Rica y Honduras.

Los goles dependen casi exclusivamente de lo que puedan hacer Hirving Lozano, Tecatito Corona o Diego Lainez – figura en la derrota contra Estados Unidos –. Es la inspiración individual lo que sostiene al equipo del Tata Martino y el día que estas no aparezcan, el Tri se convierte en un rival muy fácil de contener.

Un ejemplo reciente: Portugal

Attila Szalai Hungary Portugal 15/06/2021Getty Images

En la Eurocopa se vio un caso muy similar al de la Selección mexicana. Y es precisamente el de Portugal, que tuvo serios problemas para destrabar el orden de Hungría a pesar de contar con la presencia de Cristiano Ronaldo, quien sin duda alguna es uno de los mejores definidores de toda la historia.

Fernando Santos plantó un doble pivote en el mediocampo: Danilo y William Carvalho, dos volantes de recuperación. De esta manera, Portugal quedó con siete jugadores – contando a Rui Patricio – por detrás de la línea de la pelota y esto puso en desventaja numérica al campeón de Europa.

Luego de 80 minutos de juego, Santos rompe el doble pivote y le da entrada a Renato Sanches. El ex Bayern Munich, con el simple movimiento de sumarse al frente, provocó los desmarques necesarios para liberar a los atacantes. ¿El resultado? Cayeron tres goles en ocho minutos y rompió el orden húngaro.

Si jugadores de la talla de Bruno Fernandes, Bernardo Silva, Diogo Jota y Cristiano Ronaldo necesitan de los movimientos sin pelota de los mediocampistas, con más razón los jugadores de la Selección mexicana que se han convertido en presa fácil de cada defensa a la que enfrentan últimamente.

¿Y el 9?

Chicharito - Funes MoriGetty

Claro que es importante. La capacidad de finalización de un hombre de área es imprescindible y así ha quedado demostrado con la lista preliminar de convocados para la Copa Oro, en la que figuran nombres como el de Javier Hernández o Rogelio Funes Mori, probablemente los más indicados para reemplazar a Raúl Jiménez.

Sin embargo, las opciones de hacer un buen torneo y conquistar el título de selecciones más importantes de la Concacaf, pasa por un cambio de roles en el centro del campo. El Tri requiere de volantes más agresivos con el balón y que estén en constante movimiento, generando espacios y provocando el desorden necesario en los últimos metros.

Si esto no sucede, da lo mismo quién sea el elegido por el Tata Martino. Chicharito o Funes Mori recibirían los mismos balones que Henry Martín o Alan Pulido, un escenario en el que ningún '9' del mundo puede mostrar su mejor versión. Ni siquiera el mismísimo CR7.

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