Por un lado, el tema milenario y hasta ahora muy complicado de reemplazar a Kim Min-jae. Por otro, el dilema del extremo atacante. El Napoli del nuevo director deportivo, Mauro Meluso, se dobla en el mercado, empeñado en encontrar una solución también al dilema de Hirving Lozano.
El extremo mexicano, titular durante gran parte de la temporada pasada y protagonista del espléndido camino del Napoli hacia el tercer Scudetto, está cerca de decir adiós: pronto debería convertirse en nuevo jugador de Los Ángeles FC, equipo de la MLS en el que también milita Carlos Vela y quien ganó el campeonato por primera vez hace unos meses.
Después de Kim, por tanto, otra pieza del once campeón de Italia parece destinada a cambiar de equipo. Aunque la situación de Lozano es muy diferente a la del central surcoreano, que fue trasladado en avión al Bayern a cambio de pagar la cláusula de rescisión.
Entonces, ¿por qué se va Lozano? ¿Por qué el Napoli está a punto de vender al mexicano, además en una liga menor, a pesar de su indudable importancia en la cancha?
LA PROBLEMÁTICA DEL CONTRATO
El punto fundamental se refiere a la expiración del contrato de Lozano con el Napoli: el 30 de junio de 2024, es decir, en menos de un año. Y aquí surge el temor del conjunto napolitano, que no querría perder al mexicano de forma gratuita, por tanto sin cobrar un solo peso por su venta.
Las negociaciones para la renovación del contrato de Lozano, además, nunca han llegado a un punto satisfactorio para ambas partes. El presidente De Laurentiis ha propuesto una prórroga al ex PSV con cifras a la baja, pero hay un desfase entre la oferta del club y las pretenciones del jugador y su agente.
Por eso, a falta de acuerdo y temiendo empezar la temporada en el limbo de una situación indefinida, el Napoli prefiere vender a Lozano inmediatamente, cobrando así unos cuantos millones, antes que verlo marchar en 12 meses como agente libre. Una permanencia en la próxima temporada, de hecho, solo sería posible en caso de acuerdo para la renovación.
¿FUERA DE LA PLANTILLA POR UN AÑO?
¿Qué pasa si la mudanza a Los Ángeles no se lleva a cabo? Dado que también hay interés por Lozano desde la exótica Arabia Saudita, la alternativa sería drástica: la de un año fuera de la plantilla, en la grada, como cualquier aficionado, para ver a los compañeros con los que el mexicano comparte actualmente la cancha.
Un ataque pesado aún sin destinatario concreto, al menos en apariencia. Porque el identikit del jugador con un año de contrato, y con un pie en la puerta considerando la distancia entre oferta y demanda para la renovación, es precisamente el de Lozano. El que, como era de esperar, no jugó en el amistoso del sábado con victoria por 4-0 ante el Hatayspor de Turquía, volviendo luego al vestuario con la cabeza gacha.