Este viernes está previsto que la Asamblea de clubes de la Liga apruebe por unanimidad el acuerdo que la Liga suscribirá con el fondo de inversión británico, CVC, que supondrá un alivio importante para la economía de muchos de los equipos que componen el fútbol profesional español. Según las bases de ese acuerdo, este servirá para que los mismos, tengan el dinero necesario para invertir en mejoras de infraestructuras y digitalización de los clubes.
Me parece interesante que desde la Liga se hayan dado cuenta que se han quedado muy atrás respecto a campeonatos como el inglés o el alemán, que Italia hace tiempo que superó la crisis que vivió e incluso el fútbol francés viene en auge y siguiendo la estela del PSG. Es decir, Europa ha evolucionado y el fútbol español ha vivido camuflado y a la sombra de Messi y Cristiano durante una década, ya que han sido ellos y su rivalidad los que han permitido que la Liga vendiera tan altos sus derechos de televisión.
Ahora, Tebas se ha dado cuenta de que los clubes necesitan modernizarse e invertir. Y es cierto, lo necesitan, pero lo necesitan a muchos niveles y no sólo regando de millones a aquellos que no saben gestionar esos millones. La solución a las malas gestiones de muchos clubes no es regarlos de dinero, porque el que no sabe gestionar no aprende con más dinero, sino que derrocha cuanto más tiene. Y ahí, es donde el fútbol español sigue teniendo un gran déficit, en la gestión y estructura de sus clubes. Las grandes Ligas en eso sí han evolucionado, han entendido a la perfección que sus estructuras deben ser absolutamente profesionales y donde se cuide hasta el extremo la formación y la captación de talento. Los grandes clubes fichan a los mejores con dinero, pero ya empieza a haber muchos clubes que fichan muy bien, con poco dinero por estructura. Y que gestionan muy bien sus recursos, los que consiguen de ingeniosa por sus estructuras. Eso en España sigue siendo una quimera en mucho más de la mitad de los clubes.
En España se sigue imponiendo el perfil presidencialista de toda la vida. Un presidente o directivos que pululan y quieren tomar sus decisiones en materia deportiva, que se equivocan constantemente y generan perdidas enormes a los clubes. No hay que ver mucho más allá de Barça o Valencia. Dos de los cuatro clubes más importantes del país, siendo los catalanes un transatlántico que hasta hace poco facturaban 1000 millones anuales, están en quiebra. Pero no en quiebra por poner un símil, están en quiebra técnica y ambos han debido aprobar medidas económicas drásticas para evitar la desaparición. El COVID ha sido su puntilla, pero no la causa de sus problemas, ambos clubes estaban en caída libre de perdidas anuales y la pandemia los ha terminado de hundir, pero ni mucho menos es su principal problema.
CVC no arreglará esos problemas, de hecho, hará que haya estadios más bonitos y mucho más modernos, pero la pregunta será quién querrá ir a esos estadios donde cada vez vemos a menos aficionados. Hablando de Valencia, la realidad es que ha llegado un punto que el aficionado prefiere mucho antes que se marchen los gestores que han llevado al club a la ruina antes que tener un estadio nuevo, porque estrenar estadio con estos gestores es algo que ahora mismo no ilusiona a la mayoría. Y esa es la realidad del Valencia y del fútbol español. Clubes sin estructura que su problema no son las infraestructuras.
El acuerdo con CVC nadie lo ha explicado, se ha pintado a Florentino Pérez como el diablo como si Tebas fuera un santo, los clubes aceptan la financiación pese a hipotecar el 11% de sus derechos de TV durante 50 años porque están caninos y sin pasar preguntarse si eso será bueno para sus entidades dentro de 10, 20 o 30 años. En el caso del Valencia CF nos han dicho que harán el nuevo estadio de una vez.
La gran pregunta es si estos gestores nefastos que tiene el Valencia CF harán un estadio a la altura del club y que sea para otros 100 años como el actual Mestalla o si hipotecarán todavía más al club para quitarse el muerto del nuevo estadio y hacer un estadio de medio pelo. Nadie lo ha explicado, ni lo explicará, porque esto es el fútbol español y aquí todo vale.


