Moisés Villarroel alcanzó a tocar cuatro veces el balón. Dio un pase y lo acertó. Y remató al arco el 1-0 de Jorge Wilstermann a Colo Colo que dejó al Aviador líder de grupo y al Cacique sin nada más que aspiraciones de evitar el descenso de categoría en la liga local al confirmar su cuarto lugar en Copa Libertadores y otro episodio de su saga de eliminaciones en la última fecha.
A sus 16, Villarroel entrenaba en Universidad de Chile pero la FIFA no le permitió que aquel negocio con Blooming tuviese validez. Sin sumar minutos oficiales estuvo en el plantel de la Copa Chile 2015 y de la Supercopa 2015 con los laicos y recién volvió a gritar otra vez campeón con el Wilstermann en 2019, después de madurar en el Bolívar en dos etapas y en Oriente Petrolero.
El nacido en Santa Cruz de la Sierra ya tiene 22 años, jugó en toda selección menor imaginable, incluso en la boliviana Sub 23 del Preolímpico. En la adulta debutó en 2018 cuando con goles de Luis Haquin, Moreno Martins y Leonardo Vaca Bolivia superó 3-0 a Myanmar. Entró al 84 por Jhasmani Campos a comenzar a trazar una nueva generación. Pero en Chile le dio un millón de dólares a su equipo -más los tres de la primera ronda- y consiguió el mayor logro de su maratónica carrera.
Arrascaita lo habilitó atrás luego de un lateral y fusiló a Brayan Cortés, seleccionado chileno, con una pelota que rebotó en Branco Provoste. El Monumental estaba vacío pero el volante lo celebró en el banderín del córner con un grito euforia, el abrazo de los compañeros y de toda Cochabamba.
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"Tuvimos muchísimo la pelota, llegamos con centros pero no tuvimos claridad en ataque. Solo las dos por centros de costado del final", lo leyó Quinteros en su tercer partido al mando de Colo Colo. "Nos faltó fútbol", se sinceró. "Nunca imaginamos quedarnos fuera", fue sensato Esteban Paredes. Villarroel en el otro camarín celebró el hito que le privó la FIFA cuando lo hizo volver a Blooming allá por 2016. Los sueños se cumplen.
Felipe Balcázar Goal

