Esta vez Philippe Coutinho pinchó en el Clásico copero. En el 5 a 1 en el Camp Nou le salvó el gol pero quien tiró del carro sin Leo Messi no fue él sino Luis Suárez. En esta ocasión fue Malcom Silva, uno de los jugadores con menos minutos de la temporada y cuyas titularidades se limitan a la Copa del Rey, quien le pasó la mano por la cara en un partido en el que el ex del Girondins vivió emociones de todos los colores.
Visiblemente motivado al inicio del partido, su clamoroso fallo en el uno contra uno que le ganó Keylor Navas en el primer tiempo y el lamento unánime del público del Camp Nou, lejos de hundirle le motivaron. No dejó de intentarlo y en el segundo tiempo encontró el gol tras una buena combinación. En la zona mixta, los comentarios entre la prensa también eran unánimes: el mayor peligro del Barcelona lo habían generado, mayormente, entre Nélson Semedo y Malcom, inquilinos del carril derecho ante el Real Madrid.
Goal Por la izquierda, a Jordi Alba se le vio algo desubicado sin la referencia de Messi junto a él y, por el centro, Luis Suárez evidenció cierta falta de química -comprensible por la falta de minutos juntos, por otra parte- con Malcom en los reiterados desajustes a la hora de tirarse desmarques el uno al otro. La participación de Coutinho, en cambio, se limitó a un único remate a puerta. Ernesto Valverde, como suele, no dudó en defenderle pero recordó que "si me preguntan mucho por él porque se espera mucho de él".Según el 'txingurri', Coutinho "siempre ha gozado de ocasiones de tiro cuando termina el partido y queremos que los jugadores participen, a veces se equivoca, es verdad, pero como todos". Se trata de dos futbolistas que han evidenciado una sensibilidad poco habitual en el mundo del fútbol y que en ocasiones ha dinamitado su moral para rendir al nivel que exige un club de la talla del Barcelona. Malcom, a diferencia de Coutinho, sí supo sobreponerse al mazazo del fallo y logró el premio del valiosísimo gol del empate.
"Esperamos que el gol le ayude" reconoció Valverde para recordar que "siempre crea ocasiones" cuando le pone en el terreno de juego. Era su primer gran partido en azulgrana y Malcom logró ser uno de los mejores. Es cierto que no estaba Messi, que Luis Suárez estuvo desacertado y que el equipo cuajó un partido más solvente que brillante, pero era justo lo que esperaba el entrenador en un Clásico que deja, si cabe, un pelín más tocado a Coutinho y recupera a Malcom para la causa.




