"Algunas veces siento que en la U los jugadores somos un número más. Y después que pase el siguiente. Es fácil para los dirigente salir diciendo que no acepté la oferta, pero la verdad es que no quise bajarme un 50% el sueldo". Es Leandro Benegas, hoy en Palestino, ayer el máximo goleador de la peor Universidad de Chile en muchos años, declarando a ADN. Fuera del club laico, dentro del tetracolor, su presente marca parte de los planes de los grandes del fútbol chileno: cambiar el centrodelantero para 2020.
El Torito metió 7 goles por el torneo y uno más en la Copa Chile, pero su figura no fue prioritaria para una directiva que se debatía entre Joaquín Larrivey, Hernán Barcos y Tobías Figueroa, los tres por encima de las diez anotaciones en la última temporada. Mientras el ex Celta (liberado de su contrato en Cerro Porteño) hizo 14, el campeón de la Copa Sudamericana con Liga de Quito sumó 15 en Atlético Nacional y uno de los conocedores del campeonato local 12.
En su plantel, Hernán Caputto contaba con pocos especialistas: 3 dianas vía Nico Guerra y 4 de Ángelo Henríquez, los únicos sobrevivientes pues se dejó partir, con gusto, a Campos López y Marcos Riquelme, ambos con escaso minutaje y todavía menos gol.
Mientras sacar a Larrivey de Cerro lucía complicado, su agente logró la desvinculación y se sumará al equipo que entrena en La Cisterna a pelear el puesto con Gohan. La oferta en Asunción, tras conocer la voz del representante, fue satisfactoria para el jugador.
Barcos está libre y se dejaba querer (le dijo a ADN que "estamos conversando con mis hermanos y la Universidad de Chile, pero no hay nada concreto por ahora. Cuando haya algo más seguro hablemos tranquilos y sin problemas") y tanto el agente como Antofagasta apuntaban a más dinero del ya ofertado. Ambos nombres fueron desestimados por Azul Azul.
De todas maneras, el perfil no resiste demasiado análisis. Se buscaba un artillero con buen sentido posicional en el área, mejor promedio goleador, un desmarque interesante y menos periferia en el frente del ataque. Un pepero, tal y como lo requiere el Colo Colo que pronto llorará el adiós de Esteban Paredes, su último ídolo.
En Macul lo miraron también a Figueroa pero no se avanzó desde el sondeo. Y como a Nicolás Blandi convence al cuerpo técnico aunque San Lorenzo lo blinda por la participación preolímpica de la joya Gaich, el que toma ventaja en la carrera es Lucas Viatri, que dejó su firma en 11 goles durante 2019.
El Xeneize Viatri propone cualidades que relató Evaristo González a Agricultura. A juicio del Secretario Técnico de Peñarol, que acaba de liberarlo de su contrato el 31 de diciembre, "tiene mucha personalidad. Es un tipo que se involucra en el ataque y también da una mano para la recuperación de pelotas, pivotea muy bien, es un hombre que maneja muy bien el juego aéreo y es muy generoso con los compañeros. Es una persona que siempre tiene pase gol, el hombre que lo entienda para ir a la segunda pelota estará recibiendo de Lucas Viatri siempre en posición. No es un goleador nato, es un hacedor del gol".
González agregó en aquella charla que "lo que yo sabía era que Colo Colo lo quería. Me parece que Colo Colo estaría haciendo un gran fichaje, uno excepcional. Es un clase A, Colo Colo es uno de los grandes de Chile y él no puede jugar en otra cosa que no sean los cuadros grandes de cada país". ¿Lo firman en época de Noche Alba? Ya el viernes 17 se verán las caras albos y cruzados por la semifinal copera local y Viatri puede lucir su gol al campeón continental Flamengo, mismo al que supo ganarle con su solitario festejo allá por abril en Maracaná.
Lo concreto es que Paredes no se vence (pese a lesiones metió 8 en 2019), Parraguez se mantuvo en el equipo (conquistó 7) e igualmente Iván Morales, con 2 dianas en la última temporada más otro par por las selecciones menores de Chile y que públicamente pide jugar en el puesto donde nunca ha tenido su oportunidad. Relegado al extremo no su mejor versión.
El bicampeón indiscutible del fútbol chileno, la Universidad Católica, rescindió al colombiano Duvier Riascos (metió 4 en 2019) y todavía tiene en el aire a Sebastián Sáez, sin club y pendiente de atrapar uno de los cupos de extranjero. Sus 11 goles parecen no ser suficientes pero sí el único que marcó Fernando Zampedri por Rosario Central en el anterior curso. El ariete que se sumó a fin de año planteó en su llegada que "me gusta mucho pivotear e ir al área. Soy un 9 definido. Me gusta estar en el área y terminar la jugada: estar siempre cerca del área".
Al argentino le peleará una camiseta Diego Valencia, categoría 2000, con sus 5 tantos del año pasado como carta de presentación. Más atrás aparece el recién ascendido al primer equipo Alexander Aravena, de la Rojita Sub 17. Bruno Barticciotto, hijo de quien tocó el cielo con el Cacique, está a prueba y Holan podría sumarlo de manera definitiva: también volvió Matías Rosas, aunque más para pelearle la derecha a Fuenzalida.
¿Y el último pase? Las sociedades 10 - 9 se renovarán con Montillo habilitando al refuerzo, Valencia o el Mati Fernández a quien llegue al Monumental y Pinares o Buonanotte -bien considerado por Holan- a Zampedri. "Mario me está usando como enganche o volante mixto. Espero entender el sistema de juego que quiere Mario. Me gusta jugar de 10, pero además lo puedo hacer por fuera", señaló el Leo al CDF.
Si bien la UC es el campeón, su deuda internacional la obliga a replantarse ciertos escenarios. Mismo caso el del Popular y la U, que van por su revancha tras penurias a la vista de Sudamérica. Y si bien los de afuera marcan, los del medio se proyectan y los de atrás ganan por aire, todos quieren que los goles primariamente estén sujetos a su especialista.
