El tiempo de los partidos a puerta cerrada ha llegado a su fin en la Bundesliga. Los estados federales acordaron el martes una fase de prueba de seis semanas con el público de vuelta a los estadios alemanes, si bien el esperado regreso de los aficionados se producirá de forma muy reducida en relación a la capacidad total de cada infraestructura ya a partir del próximo fin de semana.
Según este acuerdo los espectáculos con más de mil espectadores podrán ver ocupadas un veinte por ciento de las butacas disponibles por lo que se trata de una decisión que no sólo afecta al fútbol sino también al resto de acontecimientos deportivos de élite así como de índole cultural.
Sin embargo, no se admitirán espectadores a esta clase de eventos si la incidencia semanal de contagio cada cien mil habitantes es igual o superior a 35 por lo que no todos los estadios podrán abrir sus puertas, ni siquiera parcialmente como se busca.
El Bayern-Schalke, a puerta cerrada
Esta medida, de hecho, amenaza con que la visita del Schalke al Bayern prevista para el viernes sea a puerta cerrada debido a que la debido a que la incidencia semanal de contagio es del 40,09 en Baviera y según el criterio establecido el partido en el Allianz Arena seguirá sin abrir sus puertas al público mientras que el resto de estadios empezarán a hacerlo de forma reducida. Serán los primeros en toda Europa en hacerlo.
